El caso de Manchitas, una perra que fue violada en Guayaquil trae a debate nuevamente el tema de la zoofilia, que es la atracción sexual hacia un animal y seguida de esta, queda el bestialismo, que ya implica el acto sexual: penetración.

La Universidad Jorge Tadeo de Bogotá hace una descripción de lo que sienten los zoofílicos: “Tienden a ver menos diferencias entre los animales y los humanos que el resto de la gente, e incluso en muchas ocasiones ven en los animales algunas virtudes de las cuales los humanos carecen”.

Así es aquello de la fidelidad del perro pasa a ser percibida como algo literal que se admira.

Lo importante es que en caso de tener mascotas —ya se sabe que ningún dueño puede estar pendiente todo el día— estar atento a ciertas señales para que Estos abusos no sucedan.

Diario Extra te comparte lo publicado en 2016 por la Asociación Americana de Criminología y el Observatorio de Violencia hacia los Animales.

- Verificar el estado de salud de los animales domésticos: siempre preguntar por cualquier problema de salud o lesión recientes. Que se les note las costillas no es para nada normal.

- Examine el comportamiento de los animales: si sufren de maltratos se asustan fácilmente, se esconden, son agresivos, o excesivamente

protectores.

- Haga preguntas. Si un animal doméstico se ha perdido repentinamente o se lo ha trasladado a la terraza o al jardín, pregunte por qué. Las respuestas a estas

preguntas pueden conducirle a descubrir la crueldad hacia el animal.

En el caso de Manchitas, además de que presentaba sangrado en su parte íntima también se quejaba. Esta fue una alerta mucho más evidente.

Ahora, hay que aclarar que no solo los perros son los vulnerables en los casos de zoofilia, las burras y yeguas también entran en la zona de posibles víctimas.

Más allá de que esto representa un maltrato también trae consecuencias, al igual que pasa con los humanos, hay riesgos al tener sexo con animales.