La búsqueda de un hombre reportado como desaparecido en Esmeraldas terminó con la peor noticia. La policía organizó operativos para dar con el paradero de Vicente Vélez, desde la tarde del 5 de mayo. Y lo encontró muerto.

Miembros de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida y Desapariciones (Dinased) conocieron que el hombre manejaba un vehículo Toyota color vino, por lo que lo rastrearon gracias al GPS. La señal que recibían les mostraba que el automotor se encontraba por un sector llamado Santa Cruz.

Cuando fueron al lugar, vieron que el auto circulaba “con dirección al centro de la ciudad y al notar nuestra presencia se da a la fuga”. Sospecharon que algo malo sucedía y decidieron seguirlo.

Se inicia una persecución

Los gendarmes pedían al conductor que se detuviera, pero no hacía caso. El prófugo continuó su marcha por la parte trasera de un cementerio, ingresando a un camino de tercer orden.

Fue en ese momento que se embancó y el sujeto saltó del vehículo. Corrió hasta una casa y trepó el muro.

Por un momento el tipo se perdió, pero los agentes lograron dar con él cuando se escondía en medio de dos viviendas.

Maniatado

El sospechoso, de nacionalidad colombiana, fue aprehendido. Entretanto, otro grupo de gendarmes se acercó al carro y se topó con una macabra sorpresa. El cadáver de Vélez estaba en los asientos traseros del automotor.

La víctima se encontraba ensangrentada, además de haber sido maniatada y amordazada. Según las primeras investigaciones, la víctima ya habría sido amenazada. Los agentes confirmaron que Vélez tenía antecedentes penales por tráfico ilícito de drogas.

El cuerpo fue retirado del lugar y con las pericias se llegó hasta una casa en el mismo sector, donde se hallaron indicios que estarían vinculados con el crimen. Y no solo eso, otro implicado en el asesinato fue aprehendido.