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Maní, la perrita que lucha por su vida tras ser quemada viva, en Quito
El hecho ocurrió en el Intercambiador de Carapungo. Una fundación rescató a la perrita que se recupera de sus heridas y tiene un pronóstico reservado
Un caso de extrema crueldad en contra de una perrita ocurrió la tarde del domingo 1 de junio en el Intercambiador de Carapungo, en el norte de Quito. Una perrita de 12 años fue prendida en fuego por personas desconocidas que huyeron del lugar luego de cometer este acto tan atroz. Por su parte la canina se encuentra con pronóstico reservado en una clínica veterinaria, recuperándose de sus heridas.
Katy Cevallos, integrante de la Fundación Lucky, recibió la alerta pasadas las 18:00 en donde una joven le contó lo que había sucedido. Según la alertante, la perrita fue quemada intencionalmente y corría desesperada para intentar apagar el fuego, pero no lo conseguía. Tenía la cabeza en llamas. Los pasajeros de un bus se bajaron y ayudaron al pobre animalito.
Así encontraron a la perrita
Cevallos se contactó con un compañero para que se acercara y comprobara lo que había sucedido. Este llegó al sitio y se percató que la perrita aún seguía con vida. Agonizaba y lloraba del dolor. Luego se acercó la rescatista y la llevó a una clínica veterinaria para salvarla. "Le prendieron fuego. Tantos lo vieron y nadie la socorrió. Me indigna esta humanidad", señala Cevallos.

Los médicos veterinarios que la atendieron han tratado de mantenerla con vida y han hecho lo posible para curar sus heridas. Una de las profesionales explicó que el cuadro clínico de la perrita es muy grave. Tiene quemaduras amplias en el rostro, los ojos, la nariz. El tejido de su piel está muy delicado y sangra bastante. Cada vez que le hacen algún tipo de tratamiento, la perrita se queja. Tiene mucho dolor.
Le humectan los ojos con goteros que tienen componentes analgésico, le practican infusiones anestésicas para calmar de alguna forma el sufrimiento que siente. Tiene los pulmones dañados por la inhalación de humo y sus fosas nasales sangran por la inflamación. Se le dificulta respirar y se queja cuando lo hace. Por si fuera poco, luego de hacerle una radiografía se determinó que la perrita geriátrica tiene fracturas en las costillas y el esternón.
¿Cuál es su condición actual?
Su pronóstico es delicado. Esta deshidratada. Los veterinarios planean sedar a la perrita para rasurar con cuidado su pelaje y ver qué otras zonas de su fiel fueron afectadas por las quemaduras. La intención es sanar las heridas, proceso que podría durar un mes, según una de las médico veterinarias. "Hay un alto riesgo de infección y problemas respiratorios graves".

Los doctores que la están atendiendo le pusieron el nombre de Maní y comparten el dolor de la perrita. Lamentan que conforme pasan las horas, exista la probabilidad de dormir al animalito por la gravedad de su situación.
Por su parte, Cevallos fue a recorrer el lugar en el que encontraron a Maní para buscar más detalles del hecho cruel que ha conmovido a los habitantes del lugar. Ella indica que es una zona industrial y que debajo del intercambiador hay colchones y ropa, lo que hace presumir que en ese lugar viven personas en situación de calle.
La respuesta de la Unidad de Bienestar Animal
Desde la Unidad de Bienestar Animal del Municipio de Quito indicaron a EXTRA que se ha solicitado al ECU 911 las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona para conocer más detalles de cómo ocurrió el hecho e intentar identificar a los responsables. Además, realizarán una inspección en el lugar para tener más información.
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