Actualidad
‘Mar’ de fe acunó al Cristo del Consuelo

Redacción Guayaquil
Desde temprano, el cántico “Cristo del Consuelo, Cristo de mi amor, ven cura la herida de mi corazón” hacía vibrar los parlantes instalados a un costado de la iglesia Espíritu Santo, en Guayaquil.
Creyentes con velas encendidas, imágenes y crucifijos en la mano seguían el rezo. Iban por la séptima estación, de las 14 del viacrucis que padeció Cristo antes de su muerte.
A paso lento arribaban a las calles Joaquín Gallegos Lara y Pedro Robles Chambers, para presenciar el último recorrido de la efigie hacia ese sector. El próximo año será con dirección a El Cisne.
Carlos Cajape, de 70 años, llevaba una cruz de unos 60 centímetros en su hombro y con su esposa Gladys Silva buscaron una mejor ubicación en el parque para continuar orando en las siguientes estaciones de la segunda procesión más grande de Latinoamérica, según sus promotores.