Luis Álava abrazaba y acariciaba a su mascota, una perra de raza lobo siberiano de nombre Noa. Lo hacía en señal de agradecimiento porque considera que salvó a él y a su familia de lo que pudo ser una madrugada fatal.

Era aproximadamente la 01:00 de hoy 1 de octubre cuando la familia, residente del barrio 5 de Agosto, de Manta, provincia de Manabí, descansaba placenteramente en su hogar. De pronto sintieron que la perrita, de manera insistente y desesperada, ladraba y golpeaba el vidrio de la ventana. "Creíamos que era un ladrón, la perrita no dejaba de golpear hasta que nos levantamos. Cuando vimos, era nuestro carro que se estaba quemando", relató Luis.

El hombre desesperado alertó a los vecinos y a los bomberos. Pesé a los esfuerzos, el carro, un Chevrolet Corsa que estaba guardado en el patio de la casa, quedó incinerado en su totalidad.

Según el propietario, los bomberos presumen que fue una falla eléctrica en el automotor lo que habría causado el incendio.

En medio de la nostalgia y la tristeza de perder un bien adquirido en base a esfuerzo y trabajo, Luis Álava y su familia creen que de no ser por la perrita y su insistencia, quizás el fuego hubiera avanzado a la vivienda ocasionando una desgracia mayor.

"Gracias a Dios y a la cachorro estamos bien", dijo el afectado mientras acariciaba a la salvadora Noa.(AG)