“¡Me rompió la botella en la cabeza!”

Lidia Palacios no reconoce su rostro en el espejo. Su mirada radiante, tan halagada por sus conocidos, hoy se oculta debajo de un sombrero. Recuerda claramente aquel sábado 13 de agosto cuando el vidrio de una botella le ‘cortó’ el sueño de ser actriz. El cristal atravesó su frente y parte de la ceja, dejando una herida en forma de ‘Y’.

Esa velada, que inició con un concierto en familia, terminó con su sangre corriendo por la mejilla y confundiéndose con la cerveza que empapaba su cabellera negra, tan oscura como la noche en la que empezó esa pesadilla.

“Casi nunca salíamos. Convencí a mi esposo de ir al show de mi cantante favorito. Luego fuimos a un bar en la Amazonas (norte) por un combo de cervezas, estábamos bailando tranquilos, cuando un tipo botó a mi hermano de la tarima”, detalló la mujer.

La pareja del agresor intentó golpear al ‘ñaño’ con un vaso, por lo que ella y su cuñada trataron de defenderlo. Los guardias de la discoteca intervinieron y disiparon la pelea.

“Entonces decidimos que era mejor irnos antes de que hubiera un problema más grande. Regresé a buscar mi cartera y cuando estábamos saliendo esa mujer le arrojó el vaso a mi hermano. Yo le grité y vino el novio y me rompió la botella en la cabeza”, reveló.

Los efectos

Nidia aprieta con fuerza los ojos para contener el llanto y continúa su relato. “Yo estaba completamente ensangrentada y no nos dejaban salir de ese bar. Afuera pasaba la policía y les pedimos que nos ayudaran. Ya en la Fiscalía los agentes insistían en que arreglemos, pero no era un florero que necesitaba ser reparado, era mi rostro, mi vida”, agregó.