El Metro de Quito es utilizado por miles de personas a diario y se ha convertido en el medio de transporte favorito para los capitalinos. Y pese a que el Municipio endureció las sanciones para los usuarios que incumplen las normas del buen uso, todavía existe personas que son resabiadas.

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En la estación de la Universidad Central, en el centro norte de la ciudad, una agente de seguridad alertó por la radio de que había un ciudadano prepotente en el andén 1. Según la funcionaria, este no quería acatar la explicación de ciertas normas que se deben respetar en el Metro de Quito.

El usuario maleducado habría dicho lo siguiente antes de subirse a un tren con dirección al norte de la urbe: “A mi no me importa, me valen sus reglas, me vale v... lo que usted diga".

Rápidamente la Policía de este medio de transporte coordinó acciones para atrapar al infractor a quien lo ubicaron dos estaciones más adelante, en La Carolina y lo hicieron bajar del tren. Los uniformados lo regresaron a la estación en donde cometió la infracción para ser sancionado.

Según el reglamento de buen uso del Metro de Quito, inobservar las indicaciones del personal de la operadora representa una falta muy grave la misma que se castiga con una sanción económica de un salario mínimo unificado, es decir 460 dólares.

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