Una roca espacial de 24,5 kilogramos, proveniente de Marte, fue adquirida por un comprador anónimo por US$ 4,3 millones en una subasta realizada por Sotheby’s en Nueva York. Se trata del meteorito NWA 16788, hallado en 2023 en Níger, y considerado el más grande de su tipo jamás encontrado en la Tierra.

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Un recorrido bastante largo

El análisis geológico indica que esta roca fue lanzada al espacio debido al impacto de un asteroide en la superficie marciana. Algunas zonas del meteorito incluso se transformaron en vidrio debido al calor extremo del choque.

Durante su ingreso a la atmósfera terrestre, el meteorito se cubrió con una costra vítrea, una especie de “cicatriz cósmica” que ahora fascina a científicos y coleccionistas.

Ciencia o colección...¿Dónde debería estar?

La venta ha reavivado un debate frecuente: ¿deberían estos objetos celestes pertenecer a museos o a manos privadas? El paleontólogo Steve Brusatte, por ejemplo, lamenta que una pieza tan valiosa pueda quedar fuera del acceso público. “Debería estar en un museo, no en una bóveda”, expresó.

En contraste, la científica planetaria Julia Cartwright defiende la existencia de un mercado de meteoritos como motor del descubrimiento. Según ella, sin incentivos económicos, muchas piezas jamás serían halladas, y con suerte, aún podrían ser estudiadas gracias a la colaboración entre coleccionistas y científicos.

Un fragmento para la ciencia 

Pese a la venta, no todo está perdido para la comunidad científica: una muestra de referencia del meteorito fue preservada en el Observatorio de la Montaña Púrpura, en China. Además, existe esperanza de que el nuevo propietario esté dispuesto a colaborar con la investigación futura.

Cartwright destaca que el interés por este tipo de rocas es clave para entender el pasado de Marte. “Cada fragmento nos ayuda a reconstruir la historia de nuestro sistema solar”, añadió.

Se ha roto récords 

No es la primera vez que Marte es subastado en la Tierra. En 2021, otro meteorito marciano fue vendido por US$ 200.000, muy por encima de su valor estimado. Pero el NWA 16788 ha batido todos los récords conocidos, tanto por su peso como por su precio.

Aunque aún no se sabe dónde reposará esta joya extraterrestre, su legado científico y su historia de fuego y viaje interplanetario ya han marcado un hito tanto en la ciencia como en el mercado de objetos celestes.

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