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Diario Extra Ecuador

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¡La casa se le quedó con el piso de tierra!

Un carro lo ‘voló’ cuando regresaba de animar quinceañera en Durán. Los cien dólares que había cobrado por su trabajo desaparecieron.

Narcisa Jiménez barría ayer el piso de tierra en su casa.

Narcisa Jiménez barría ayer el piso de tierra en su casa.Carlos Anchundia

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Mejorar la casita con piso de tierra era otro reto del cómico Miguel Ángel Villamar, del programa Calle Risa.

Su ilusión era cubrirlo de cemento, para que su madre, Narcisa Jiménez, no se ensucie los pies cuando camine descalza. Pero un carro lo hizo ‘volar’ en su moto y le quitó la vida la noche del sábado, cuando retornaba de animar en una fiesta de quinceañera en Durán, donde había cobrado 100 dólares, que estaban destinados para la comida y los arreglos que pretendía hacer en la vivienda de su progenitora.

“Mi hijo ya no está, ahora veré cómo arreglo mi casa. Él me ayudaba con su trabajo, entre los dos estábamos construyéndola de cemento, antes era de caña”, relataba, mientras pasaba la escoba para recoger la tierra suelta.

“Desde pequeño le gustó trabajar y ayudar en los gastos del hogar”, recordaba la señora, quien contó que Moñudo, como lo llamaban sus compañeros de trabajo, empezó a ganarse la vida como betunero a los 7 años. “Con un cajoncito se iba a Peca y lo que recaudaba lo invertía en pescados, carne o legumbres”, indicó la dolida madre, que ayer solo desayunó una taza de café y con eso se sentó a velar el cadáver de su hijo en casa de otra de sus hijas.

“Era un muchacho honrado. Yo le daba un canasto de pan todos los días y los vendía por el barrio. Me duele su partida”, relataba Manuel Lucas, propietario de una panadería del Bloque 17 en Flor de Bastión, donde el cómico fue a pedir trabajo cuando apenas cumplía 11 años.

Se fue al circo

Su madre contó que Miguel Villamar fue un chico muy chistoso y cierto día se metió a un circo que llegó al sector. Cumplía 14 años y ella tuvo que firmar una autorización porque doña Cecilia, la dueña de la carpa, lo necesitaba para llevárselo a una gira por Colombia, porque era un buen actor y domador de animales. “Mientras estaban fuera de Guayaquil, la señora Cecilia me depositaba parte de su sueldo y con eso me ayudaba, porque yo tenía que darle de comer y los estudios a otros 4 hijos, pues estaba separada de mi esposo”, relató.

A la TV

Tras abandonar el circo, Villamar se dedicó a contar chistes con otros amigos en los buses. Había que pasar el sombreo y llevar plata a casa. Después armaba rondas en los parques y plazas de Guayaquil. A punta de chistes se ganaba el sustento para seguir construyendo su casa y comprarle la comida a mamá. Hasta que llegó su día de suerte. Alguien lo invitó a la televisión y se metió. “Primero no le pagaban porque solo ayudaba y yo tenía que darle para el pasaje. Después firmó un contrato y ese fue su despegue en Calle Risa. Hasta la moto le compró a su hermano, para no andar en taxi. Pero se acabaron sus ilusiones”, dijo Narcisa Jiménez, al tiempo que dejaba escapar unas lágrimas.

“¡Se me fue el hombre de la casa! Ojalá alguien me ayude a construir el piso de la vivienda, porque en invierno esto se llena de lodo”, recalcó la mujer, que hoy tendrá un día muy duro, porque después del mediodía será sepultado su hijo en el cementerio de Pascuales. Un día duro porque la alegría se despide porque el vacío queda. Porque una madre entierra a un hijo.

Juventud

El 15 de mayo pasado cumplió 25 años. Lo atropellaron en la autopista Narcisa de Jesús.

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