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Encontró la muerte camino a su casa

La víctima era un joven universitario que viajaba a bordo de una moto desde Milagro hasta su casa en la vía a Bucay.

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Así fue como quedó la moto en la que se movilizaba el chico de 20 años.Miguel ángel Laje.

La muerte sorprendió a un joven de 20 años de edad cuando se dirigía a su casa en el recinto Chague del cantón Naranjito. Cristian Arturo Castillo Bailón, se movilizaba en su inseparable moto color negro, pero en el camino, según los vestigios encontrados, se impactó con la parte trasera de un vehículo pesado del que se desconoce su paradero.

Su padre lo encontró

Mariela Castillo, tía de la víctima, indicó que su sobrino era un destacado estudiante de Comunicación Social en la Universidad Estatal de Milagro y que, antes de su accidente, se comunicó con su padre, Arturo Castillo, para pedirle que le guardara comida.

“Al poco tiempo de haberse comunicado, nos llamaron a decir que estaba muerto en la vía”, mencionó la entristecida mujer, agregando que fue el padre del joven quien encontró su cadáver tendido sobre la oscura y angosta carretera que une a los cantones Naranjito y Bucay.

El choque, aparentemente por alcance, se registró en el Km. 64 cerca del recinto Norton. De nada le sirvió el casco protector, pues Cristian, habría fallecido de forma instantánea.

Arturo Castillo se cansó de esperar al mayor de sus dos hijos para acompañarlo mientras merendaba y decidió emprender el viaje hasta Guayaquil para la comercialización de sus productos agrícolas. Fue en ese momento, cuando observó la moto de Cristian destrozada y a los pocos metros, el cadáver de su hijo.

Las escenas de dolor eran inevitables. En seis meses este padre de familia volvía a vivir momentos de angustia, pues apenas se estaba recuperando de la muerte de su esposa.

Era dedicado en el estudio

Desde las dos de la mañana, tras el levantamiento del cadáver, el cuerpo de quien cursaba el quinto semestre de Comunicación Social fue llevado a la morgue de Milagro, y sus familiares debían esperar hasta las dos de la tarde en que llegue el forense para practicarle la autopsia.

Mientras esperaban, Mariela Castillo contó que Cristian estaba dedicado al cien por ciento a sus estudios, pues quería terminar la carrera para iniciar una maestría.

“No trabajaba, le ayudaba al papá y se dedicaba a sus estudios porque quería ser un buen profesional”, finalizó.