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Le dieron un palazo y le quitaron el arma
Sucedió en el destacamento El Corazón, en el cantón Mejía.

Los socorristas lo atendieron luego del brutal ataque. En la foto se lo observa aún con las piernas amarradas.
Óscar Tumbe tenía el rostro ensangrentado, producto de una herida que dos sujetos le produjeron en la cabeza. El agredido tiene el rango de cabo del Ejército y la madrugada de ayer cubría el tercer turno de vigilancia en el Destacamento El Corazón, ubicado en la parroquia de Alóag, en el cantón Mejía, al sur de Quito.
Tumbe estaba dentro de una garita y alrededor de las 02:00 los individuos se acercaron intempestivamente donde el uniformado. Tenían un palo en sus manos, con el cual le dieron un fuerte golpe en el cráneo, dejándolo a merced de los sospechosos.
En cuestión de segundos, el soldado fue atado de pies y manos. Los tipos usaron unas amarras de plástico negras para mantener sometido al infortunado cabo.
Los sujetos se fueron del lugar, llevándose consigo el arma de dotación de Tumbe. Se trataba de un fusil HK, de calibre 5.56, con número de serie EE-94-S-15180. De ‘yapa’ se sustrajeron el teléfono celular del agredido.
Ambos se fugaron. Entretanto, el hecho se reportó a los agentes policiales del sector, quienes acudieron en su ayuda. Cuando llegaron vieron que el miembro del Ejército estaba herido, por lo que rápidamente llamaron a los números de emergencia, enviando a una ambulancia del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
Ya en el sitio, la paramédico Patricia López le dio los primeros auxilios. Le quitaron las ataduras y comenzaron con los patrullajes para dar con el paradero de los tipos.
Tumbe fue llevado en otra ambulancia hasta el hospital Militar de Quito, centro – norte de la capital, para su atención. Los sospechosos no fueron localizados y tampoco se tienen mayores pistas ya que, según la Policía, las cámaras que existen en la zona están desconfiguradas. (MAG)