Al menos una decena de militares descargaba herramientas de defensa desde un camión al Yacht Club Naval, en el Malecón 2000, este 8 de octubre de 2019.

A las 09:00, en el edificio de la Gobernación, 20 policías se formaban para resguardar el lugar, y otra decena de metropolitanos y agentes de la Autoridad de Tránsito Municipal mantenían vigilado el Municipio, sus alrededores y calles aledañas. “Solo estamos precautelando el orden”, mencionó un agente policial.

Ese sector del centro y otras avenidas como la 9 de Octubre, 10 de Agosto, Aguirre, Pichincha, Clemente Ballén y el resto de calles que forman el casco comercial de la ciudad, lucían —como no es habitual— con poca circulación de vehículos hasta las 10:20. Luego, el tránsito se reguló.

“Mi bus pasa por el malecón, pero me cansé de esperarlo”, dijo Pilar Rodríguez, una ciudadana que caminaba por el bulevar 9 de Octubre. “Muchos buses no han querido salir porque la gente se niega a pagar 40 centavos de pasaje. Por eso circulan muy pocos”, reclamó.

Sandy Escobar, quien también acudió al centro por un papeleo de su hijo en el Registro Civil, señaló que quiso hacer su gestión lo más temprano posible por temor a que más tarde ocurran saqueos. “Estamos con temor, quiero desocuparme temprano para refugiarme en mi casa”, dijo.

Como ella, decenas de usuarios aprovecharon la mañana para hacer trámites en los diferentes edificios, bancos y tiendas que abrieron con normalidad.

En las tiendas también había temor y precaución. “Mantenemos la preocupación por los actos vandálicos que se han dado pero debemos trabajar”, contó Mario Saenz, quien atiendo una local de comida en la calle Aguirre. “Estamos atentos más de lo normal, con todas las medidas de seguridad. Igual los policías pasan a cada rato”, comentó Adriana Chiquito, vendedora en una tienda de ropa de la 9 de octubre.