La misa del Divino Niño se ofrece hasta antes de carnaval

A pesar de la fuerte lluvia, los feligreses, vistiendo sus mejores galas, se acercaron a la iglesia de La Milagrosa, sur de Quito, para ofrecer una misa en honor al Divino Niño Jesús.

El prioste designado con anterioridad, de manera aleatoria o por afinidad, se encargó de pagar una limosna para que el sacerdote lea su petición durante el rito. Estas son en agradecimiento por los favores recibidos durante el año.

Como es costumbre la familia se reúne para adornar la canasta en la que se lleva la escultura. Flores frescas, secas, cartuchos e incluso guirnaldas son buenas para demostrar su devoción.

Ayer en la tarde, los niños se ubicaron en la parte frontal del altar, mientras escuchaban una vez más el clásico “Ya viene el niñito” y así inició la ceremonia.

El padre José Rodríguez afirmó que las eucarísticas se pueden ofrecer hasta Carnaval cuando empieza la Cuaresma, que es la preparación para la muerte y resurrección de Jesucristo.

Al finalizar el rito los priostes se acercaron a retirar sus imágenes a la espera de la bendición del sacerdote y la imposición del agua bendita.

Al salir de la iglesia las familias entonaban canciones alusivas a las fiesta y lanzaban chagrillo (pétalos de rosas) a la calle por donde pasarán la imagen.

Finalmente, todos se reúnen en sus casa para comer y cantar los últimos villancicos y designar al próximo encargado. Otra de las tradiciones es prender saumerio y pasar por toda la casa dejando el aroma del incienso.