La muerte de María Fernanda López Rodríguez ha generado mucha incertidumbre en su familia. Se cree que esta modelo cuencana, de 42 años, fue asesinada en el interior de su departamento en San Marcos, popular barrio del Centro Histórico de Quito.

Este 6 de mayo, una parienta conversó con EXTRA y reveló detalles que podrían reforzar la hipótesis de un crimen violento, descubierto recién en el feriado del Día del Trabajador. María Fernanda, quien residía en la capital desde los 18 años, fue vista por última vez el domingo 27 de abril por una costurera y por una señora de la tienda del sector donde vivía.

Según la allegada, posiblemente la muerte ocurrió un día después. Esto porque el martes 29 de abril, la familia de la modelo iba a celebrar el cumpleaños de unas tías. “Y ella no escribió al chat grupal que tenemos, lo cual nos pareció bastante raro”.

Esteban Guzmán, jefe de Operaciones del Distrito Manuela Sáenz, detalló que el reporte del caso lo recibieron el 2 de mayo, luego de que familiares se contactaran con el ECU-911. Fue entonces que un equipo del eje preventivo acudió al domicilio y localizó sin vida a la joven. Estaba en el piso, bocabajo y con pijama.

Las evidencias halladas en el cuerpo de María Fernanda López

Según el oficial Guzmán, el cadáver de la mujer no tenía huellas violentas. Sin embargo, la parienta dijo lo contrario: María Fernanda tenía moretones en sus piernas y también pequeñas heridas en su nariz y rostro, e incluso habría tenido sangre en sus uñas. “Nos dijeron que se había caído, pero cuando se le practicó la autopsia se confirmó que fue estrangulada”.

La familiar indicó que la modelo cuencana, y también actriz, no tenía enemigos. Su parienta considera que María Fernanda posiblemente fue asesinada por alguien sumamente cercano, ya que pudo ingresar a su departamento sin ningún problema. “La puerta de ingreso no da a la calle”, detalló.

Además, confirmó que a ella no le robaron nada y aparentemente todo estaba en orden dentro de su casa. Eso le genera más sospechas a la familia, pues tomando en cuenta la fecha en que ya no se supo de María Fernanda, hasta el día de su hallazgo, el asesino tuvo el tiempo suficiente para modificar la escena. Lo único fuera de la común era su cama destendida.

Por ahora, el caso sigue en investigación y apenas ayer fue designada una agente fiscal. “Lo único que pedimos es que esta muerte no quede impune”, exige la familia de María Fernanda López.

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