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¡’Moteles’ y fumaderos al aire libre!
En Guayaquil están por todos lados y son ‘grateches’. Los vecinos de estos sitios sienten incomodidad al ver actos inmorales de día o de noche. Cuando llega la policía, están como si nada hicieran.

Pintaron la pared para ahuyentar a las parejas que se estacionan en Guayacanes junto a cinco solares baldíos.
Estos son los sitios preferidos por aquellas parejas que buscan un momento de placer sexual o aquellos sujetos que quieren darse una ‘fumada’ al aire libre en Guayaquil: debajo de un puente, en un parque oscuro, en un lugar solitario, entre las malezas de unos cerros o en el asiento de un carro.
‘EJEMPLO’
Y es que en la calle que está entre el parque y los solares baldíos de las manzanas 176, 156 y 394 de la ciudadela Guayacanes, al norte de la ciudad, hay ‘moteles’ a la intemperie que a diario utilizan los apurados para complacerse al ‘vuelo’.
Esta situación ya colmó la paciencia de los moradores, quienes invirtieron dinero en pintura para colocar leyendas en las paredes de los solares sin edificaciones. La frase que Loida Rodríguez estampó dice: “Esto no es motel”, entre otras cosas.
Considera que es la única forma de ahuyentarlos, porque si salen a ‘corretearlos’ corren el riesgo de ser agredidos o asaltados, pues no saben si son enamorados o campaneros que esperan el momento oportuno para estruchar casas.
El sitio en Guayacanes es visitado a toda hora del día o la noche. Los ‘tortolitos’ llegan en carro, se estacionan y empiezan el morboseo que termina en relaciones sexuales. Y después, aparecen los condones usados tirados en la vereda.
FUMADERO Y MOTEL
La parte alta del Cerro de Piedra en la etapa 5 de Mucho Lote 1, al norte de Guayaquil, también es espacio propicio para las actividades aberrantes de parejas.
La maleza y árboles que allí crecen brindan facilidades no solo a los ‘fumones’ o ‘hacheros’ que suben a consumir, sino también a las parejas que dan rienda suelta a sus placeres.
Esto incomoda y asusta a muchos vecinos que habitan por los alrededores del cerro. Y pese a que cada vez que alguien observa a personas en sus cosas, llaman a la policía, para que los ‘correteen’.
Pero los ‘malcriaditos’ se suben los pantalones cuando llega la ley y quedan como si nada ocurriera. “Queremos que las autoridades municipales hagan algo, porque aquí vivimos en zozobra con esa gente que baja del cerro”, dijo Olfa Verdezoto.
La vecina Edith Benalcázar argumentó que los ‘drogos’ hasta hacen casa en la parte alta del cerro y se quedan a vivir allí. “Sería necesario que corten la maleza y pongan cerramiento para evitar que gente inescrupulosa permanezca allí”, sugiere.
DEBAJO DEL PUENTE
Debajo del puente, diagonal al ingreso a Florida Norte (km 8 vía a Daule) es otro sitio favorito por los ‘apurados’.
Los visitantes, en su mayoría son travestis, que le aplican al ‘vuelo’ sexo oral a sus clientes. Lo hacen preferentemente en las noches, cuando la ciudad duerme.
La parte estrecha donde empieza el puente es el espacio que utilizan como cuarto para saciar sus instintos y con eso ahorrarse lo que cuesta el alquiler del motel. Aprovechan la poca iluminación y la soledad del sector para complacer a su pareja del momento.
FUMONES
El sitio ubicado en la ciudadela Urbanor también es frecuentado por ‘viciosos del humo’ y parejas apuradas. Ellos aprovechan los espacios abiertos, pero con árboles para esconderse y consumir drogas o morbosearse. El control se le escapa de las manos a las autoridades del sector, porque los ‘visitantes’ tratan de no levantar sospechas cuando llegan al sector y aprovechan el mínimo descuido para entregarse en cuerpo y alma.
LOS PORTALES
En la calle Octava entre Capitán Nájera y Febres Cordero, suroeste de Guayaquil, una covacha sobre la vereda, molesta a los moradores y transeúntes. Allí se estarían realizando actos inmorales durante las noches.
“Una pareja tiene mucho tiempo viviendo allí y por las noches aparecen más personas. Se guardan en esa covacha para hacer cosas indebidas”, dijo Álex Ramos, quien vive por los alrededores. Otros vecinos solo hablan en voz baja por temor a represalias.
La esquina de Venezuela y avenida Quito, al sur de Guayaquil, es otro ‘motel’ al aire libre. Cuando todos duermen (madrugada), los travestis que merodean la zona o los mendigos, atienden a sus clientes bajo los portales de aquellas casas (bloques) que dan hacia la calle Quito. O en algunos de los casos, saltan el cerramiento del Centro Cívico y hacen ‘cositas’. Este es un muestreo de los sitios convertidos en ‘moteles’ y fumaderos al aire libre.