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Héroe anónimo de Santa Elena se ahorcó
Pedro Feliciano Rodríguez Lainez, de 52 años, fue encontrado ahorcado la mañana de este jueves 29 de noviembre en el interior de su vivienda.
Pedro Feliciano Rodríguez Lainez, de 52 años, fue encontrado ahorcado la mañana de este jueves 29 de noviembre en el interior de su vivienda ubicada en el barrio 9 de Octubre de José Luis Tamayo, parroquia del cantón Salinas.
El suicida, quien estaba agobiado por el avance de la diabetes en su cuerpo, utilizó un cable que amarró a su cama para quitarse la vida. Sus familiares se percataron de lo sucedido cuando fueron a buscarlo a su dormitorio.
Manuel Rodríguez, hermano del occiso, dijo que Pedro en las primeras horas de la mañana había acudido a visitar a su médico porque en días anteriores sufrió una herida en su pierna y que no cicatrizaba. Se presume que el galeno le dio una mala noticia y eso lo motivó a tomar esa fatal decisión.
Pedro Rodríguez, de profesión cerrajero, fue un personaje humilde y popular. Él era conocido cariñosamente como “4 fierros” o “quema bandera”, además tuvo una participación trascendental durante la provincialización de Santa Elena en el año 2007.
Mientras los directivos del Comité de Provincialización de aquella época trataban de conseguir los votos de los diputados en el desaparecido Congreso Nacional, Rodríguez Lainez lideraba las manifestaciones que se produjeron en la vía Guayaquil–Salinas, inmediaciones de la comuna Villingota. Por este motivo en el año 2008 fue perseguido por la justicia. Se lo acusó supuestamente de quemar la bandera de Guayaquil y por un buen tiempo se mantuvo en la clandestinidad para evitar se haga efectiva la boleta de captura que pesaba en su contra.
Finalmente a mediados de ese año fue detenido. Cuando se logró conseguir su libertad decenas de pobladores lo recibieron como un ídolo.
La muerte de Pedro Feliciano Rodríguez Lainez conmocionó a Santa Elena. Varios ciudadanos que conocían al héroe anónimo de la provincialización indicaron que jamás alguna institución se acordó de él, tampoco le dieron un puesto trabajo. Siempre esperó una condecoración en alguna sesión solemne, pero esta nunca le llegó.