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Mujer habría apuñalado a su conviviente en Guayaquil

La pareja, al parecer, mantuvo una discusión en el departamento donde vivía. Luego ella lo habría perseguido hasta la casa de una vecina y lo apuñaló.

Foto de Sistema Granasa

La acalorada discusión que mantuvieron por casi una hora un hombre y una mujer terminó en sangre. Presuntamente, enfurecida, una fémina agarró un cuchillo y le asestó dos puñaladas a su cónyuge.

El hecho ocurrió a las 23:30 del viernes, en el suroeste de Guayaquil. El fallecido fue identificado como Julio Valdez, de 31 años, y la supuesta agresora como Pamela, de 28.

Manuel Ruiz Castillo, hermano de la víctima, relató que a las 23:00 su progenitora lo llamó preocupada para avisarle que Julio y Pamela mantenían una discusión.

Media hora después recibió otra llamada, en esta ocasión era un vecino, pero para darle la infausta noticia: “su hermano estaba muerto y botado en la calle”.

Ruiz contó que la discusión entre su pariente y su cuñada comenzó en la casa donde alquilaban. “Al parecer, hubo un forcejeo, luego ella lo siguió con un cuchillo para matarlo. En la casa de una vecina lo apuñaló. Mi ñaño caminó hasta la calle principal y se desplomó afuera de un local de comidas”, manifestó el deudo. El cadáver quedó en la vereda, en las calles 20 y la Q.

El capitán Paúl Erazo, de Criminalística, corroboró esta información, “la pelea surgió en el departamento donde vivía la pareja, pero se tornó más violenta, él sale de la casa y se mete al departamento de una vecina. Al parecer, allí ella se le abalanzó. El arma estaba en la casa de la vecina, en el piso”, explicó Erazo.

El capitán de Policía indicó que la víctima tenía una herida cortopunzante en el tórax y otra en el brazo.

Amalia Espinoza, exesposa del fallecido, dijo que ella y Julio, el padre de sus tres hijos, se separaron hace un año y cuatro meses y que a los pocos días su ex se fue a vivir con la mujer, quien está acusada de asesinarlo.

“Tuvimos 11 años de relación y nos separamos porque no nos entendíamos. Ella (Pamela) le había prohibido ver a sus hijos, ya no los visitaba”, aseguró Espinoza.

En el sector donde ocurrió el hecho la empleada de un local de comidas comentó que la sospechosa iba con frecuencia a comprar almuerzos en su establecimiento y le sorprende lo sucedido, porque “se veía una mujer tranquila”.

Julio trabajaba como soldador y deja tres niños en la orfandad: unos gemelos de 7 años y una niña de 8.