Exclusivo
Actualidad
Exclusivo
Así nació nuestra casa grande: Guayaquil
Trece años duró lo que se denomina proceso fundacional de la urbe, que se erigió con el nombre de Santiago de Quito.
La ciudad hidalga que hoy es Guayaquil no nació con ese nombre. Ni tampoco en el sitio donde, después de 486 años, ya habitan casi 3 millones de personas. Más aún, al contrario de muchas otras ciudades, no se fundó y ya está, sino que tuvo tres ‘actas’ de nacimiento y se ‘movió’ desde la Sierra centro hasta la Costa.
Toda una rareza. Tanto que los historiadores y documentalistas, a fin de evitarse líos y discusiones argumentativas sobre si Guayaquil se creó en 1534, 1535 o 1547, en sucesos que se concentran en un lapso de 13 años, han dado por llamar ‘proceso fundacional’.
Al nacer fue Santiago, pero de Quito. Santiago de Quito. Así se llamó la ciudad que en 1534 erigió Diego de Almagro por órdenes superiores, en la fría zona junto a la laguna de Colta, camino a lo que hoy es Riobamba.
Ni bien ‘soplaba’ las velitas de su cumpleaños número uno, tuvo que moverse de sitio buscando estar más cerca de la costa. Y luego un segundo cambio de lugar, y luego otro y otro más, hasta que todo concluyó 13 años más tarde, en 1547, ya en la costa ecuatoriana, al pie del Cerrito Verde, hoy conocido como cerro Santa Ana.
Ni bien ‘soplaba’ las velitas de su cumpleaños número uno, tuvo que moverse de sitio buscando estar más cerca de la costa. Y luego un segundo cambio de lugar, y luego otro y otro más, hasta que todo concluyó 13 años más tarde, en 1547, ya en la costa ecuatoriana, al pie del Cerrito Verde, hoy conocido como cerro Santa Ana.