Neisi Dajomes tiene claro que es un ejemplo para las chicas que están dando sus primeros pasos en el levantamiento de pesas, para otras deportistas, y para las mujeres en general.

Su medalla de oro conseguida en los Olímpicos de Tokio 2020, hizo que su imagen poderosa sea conocida en todo el mundo. Ella aprovecha esa popularidad, a la que todavía no se acostumbra, para pedir equidad en el deporte y en la sociedad. Y más en el Día Internacional de la Mujer.

“Cuando estoy con las niñas y siento que me miran con admiración, recuerdo cuando estaba en su lugar y me sentía así con Alexandra Escobar (campeona mundial en 2001). Me llena de orgullo y es una gran responsabilidad ser su ejemplo de lucha y superación”, comentó la halterista.

Su camino hacia la gloria no fue fácil, pese a que desde pequeña empezó a cosechar medallas a nivel internacional y récords mundiales. La falta de apoyo fue el principal obstáculo a superar. Sus primeros entrenadores, Mayra Hoyos y Walter Llerena, fueron claves para el crecimiento de la tricolor.

“Me decían que es un deporte para niños, que se me va a dañar el cuerpo. Regresé de la primera competencia con medallas y les demostré que puedo triunfar”, contó a EXTRA.

Recordó que su madre fue el principal pilar en su trayectoria deportiva, quien le animaba para seguir en esta práctica. “Es el motor de mi vida. Se molestaba cuando no había ese reconocimiento en su momento al esfuerzo y sacrificio diario”, detalló Neisi.

ORGULLOSA Y FELIZ

Rememoró cuando alcanzó la histórica medalla de oro en Tokio, siendo la primera mujer ecuatoriana en conseguirlo, y la siguiente presea dorada alcanzada por Tamara Salazar.

“Junto con Tamara demostramos que las mujeres podemos hacer todo lo que nos proponemos, conseguimos la gloria olímpica en un deporte que puede ser considerado para hombres”.

La motiva que le vean como referente y que busca dar un buen ejemplo a las chicas. Es por eso que lució el turbante en la prueba olímpica, al que calificó como una muestra de la “fuerza que tenemos las mujeres”.

SU LEGADO

Neisi ahora lucha para que las nuevas generaciones de deportistas no pasen por las penurias que sufrió en su carrera. Entre estas se encuentran sus hermanas Angie y Jéssica, quienes también practican la halterofilia. La primera sumó un diploma olímpico, mientras que la menor debutó a nivel internacional. 

“Es clave contar con un equipo multidisciplinario desde las bases. Que el respaldo sea desde la formación, no cuando ya se consiguen triunfos. Por eso resalto el apoyo de la Concentración Deportiva de Pichincha que nos abrió las puertas a mí y mis hermanos”, señaló.

Para aportar a la nueva camada también estudiará nutrición para aportar con sus conocimientos y experiencias a que más mujeres brillen en el deporte y en la sociedad.