Una mujer cayó desmayada en los exteriores de la morgue de Quito, la mañana del domingo 12 de diciembre. Su hijo, de 9 años, murió el día anterior, luego de que un automóvil lo impactara, la tarde del viernes.

El hecho ocurrió en la calle Luciano Andrade Marín, en el sector de El Dorado, al oriente de Quito. El niño estaba sentado en la vereda cuando notó que el perrito del restaurante en el que trabaja su madre, corrió hacia la calzada.

Al tratar de alcanzarlo, un vehículo vino lo golpeo. Según testigos del hecho, el conductor, que huyó del sitio, iba a exceso de velocidad. Tal fue el golpe que el niño terminó a más de 10 metros del punto en el que fue atropellado.

De inmediato, la criatura fue trasladada a una casa de salud de niños, en el norte de Quito. Sin embargo, su cuadro era sumamente delicado y los médicos no pudieron hacer nada por él. La mañana del sábado murió.

Desde que ocurrió el hecho, la madre del chico permaneció pendiente de él. La falta de descanso y de alimento, sumado a su estado emocional, ocasionaron que la mujer se desmayara en el ingreso al anfiteatro.

Personas que estaba allí y el padre del niño la asistieron y la acompañaron hasta que se estabilizara. Édison Quinchimba, progenitor del infante, contó que la criatura era el único hijo de ambos y que fue la hijastra del señor quien le informó de lo sucedido por teléfono.

Él señor estaba trabajando y no tenía el teléfono a la mano. Pero cuando salió de su turnó se encontró con algunas llamadas perdidas para contarle sobre el atropello.

Aunque el auto aún no ha sido identificado, Quinchimba espera que capturen al responsable. “Nada le va a devolver la vida a mi niño”, concluyó.