Una mujer envió discretamente un mensaje de alerta en el chat comunitario del barrio San Juan, un sector del centro de Quito, en el que avisó sobre la presencia de dos sospechosos dentro de su gabinete de belleza.

Según la víctima, los sujetos habían llegado a amenazarla de muerte mientras ella atendía a sus clientes. Por eso, la afectada les habría pedido que se movieran a una esquina del establecimiento para dialogar.

En ese momento ella aprovechó un descuido de los intrusos para activar el botón de seguridad.

Cuando los policías llegaron al lugar, ella les comentó que los desconocidos le habían dicho: “Si no pagas lo que debes, te pegamos un tiro”. Los presuntos extorsionadores trataron de persuadirle con amenazas para que les entregara dinero.

Incluso, según la afectada, uno de ellos había sacado una fotografía de ella con una nota de papel en la que se podía leer el siguiente mensaje escrito a mano: “¡Ojo!, conocemos todo de usted. ¡Pague, morosa!”.

En el mismo papel le advertían, con el nombre de ella, que la mujer supuestamente debía 600 dólares desde hace dos años y que debía pagar más intereses un total de 720 dólares.

Qué les hallaron a los sospechosos

Los policías detuvieron a los sujetos, quienes presuntamente se hicieron pasar como cobradores de préstamos. Además, hablaron con la señora para saber si debía dinero a algún tipo de prestamista, pero ella lo negó.

Los agentes también requisaron las prendas de los sospechosos a quienes les encontraron los panfletos con los mensajes amenazantes. Además, revisaron sus teléfonos en los que también habrían hallado más evidencias de este tipo.

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Al parecer, la mujer ya habría tenido contacto con estos sujetos en ocasiones anteriores pero no habría puesto la denuncia porque pensaba que no iba a escalar a este punto.

Los sujetos y la víctima fueron llevados a la Unidad de Flagrancia para continuar con el trámite correspondiente. En la entidad le hicieron una valoración psicológica a la víctima, quien presentaba un cuadro de ansiedad y temor.

Por esta razón no colocó la denuncia por miedo a represalias por parte de los dos sospechosos, quienes al parecer serían parte de una red delictiva dedicada a este tipo de delitos.

Uno de ellos registra varios antecedentes penales por robo y asociación ilícita. El juez que conoció la causa dispuso que los dos sospechosos recibieran prisión preventiva y otorgó medidas de protección para la afectada.

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