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Oleaje causa afectación en Santa Elena
Autoridades indican que el fenómeno se mantendrá hasta el 25 de enero, aproximadamente.

San Pedro, San Pablo y Salinas, son los lugares de la provincia de Santa Elena que han sufrido afectaciones con el nuevo periodo de aguaje que durante estos días se presenta en las costas del Ecuador, causados por fuertes vientos provenientes de la parte oeste del continente.
El Instituto Nacional Oceanográfico de la Armada (INOCAR) ya había advertido del fenómeno, por lo que las olas de más de dos metros de altura que se presentan en las pleamares en el perfil costero peninsular se mantendrán hasta el viernes 25 de enero.
La madrugada de este miércoles 23 de enero el agua del mar traspasó el malecón de Salinas y llegó hasta la segunda avenida. Los conserjes de las edificaciones asentadas en el malecón les tocó colocar sacos llenos de arena al ingresos de los lobbies y evitar que el líquido ingrese a estos inmuebles.
En San Pablo, la fuerza del océano derribó varios parasoles fijos construidos de caña y cada que estaban ubicados en la arena. Además, dos restaurantes fueron afectados en sus estructuras, similar situación ocurrió en San Pedro.
Luis Tenempaguay, presidente de la Cámara de Turismo en esta zona indicó que por la emergencia en minga los comuneros construyeron muros provisionales de contención, para ello se colocaron 2.000 sacos de yute llenos de arena y de esta manera evitar que el mar llegue hasta donde están ubicados sus negocios.
Boris Rodas, Capitán del Puerto de Salinas, informó que los balnearios de Montañita y Punta Carnero tienen bandera roja en las pleamares, mientras que en los otros sitios del perfil costero si las personas ingresan al agua deben hacerlo con mucho cuidado y en el caso de presentarse corrientes de resaca es preferible salir del océano.
Telmo Herrería, del Municipio de Salinas, laboró ayer junto a una cuadrilla de obreros en la limpieza del malecón del balneario, para poder extraer las toneladas de conchilla que resultó expandida a lo largo de la arteria se utilizó maquinaria pesada.
“La misión es dejar limpio todo para que los turistas puedan disfrutar sin inconvenientes, así son los designios de la naturaleza y tenemos que ser pacientes”, comentó Herrería.