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Reo de la Penitenciaría de Guayaquil relata a familiares cómo fueron los descuartizamientos
El recluso contó que de su pabellón solo 20 privados de libertad pudieron sobrevivir. Para no morir él se escondió debajo de una montaña de ropa
La fotografía que el 4 de octubre de 2021 Roberto le envió a un familiar desde el Centro de Rehabilitación Social de Varones N.º 1 de Guayaquil, donde desde hace casi un año guarda prisión por robo, los aterra. Los asusta tanto como los videos que aún circulan en redes sociales y en los que se observa a varios reclusos asesinados y decapitados.
En la foto, tipo selfi, que el privado de libertad de 35 años se tomó dentro el pabellón 5 de este reclusorio ubicado en el kilómetro 16,5 de la vía a Daule, se observa a una persona asustada, con el rostro demacrado y en extrema delgadez.
Pero no solo la situación de Roberto y su estado de salud espanta a sus seres queridos. Lo que por teléfono le relató a una parienta sobre cómo ocurrieron los asesinatos de 100 de sus compañeros del ala 2 del pabellón 5 -y la manera en que él pudo salvar su vida-, eriza la piel de sus familiares.
“Mi primo nos contó que el día de la matanza se encontraba en el área de lavandería de la cárcel y que de un momento a otro escuchó un alboroto, que adentro de su pabellón todo era un caos y se escuchaban gritos desgarradores. Él vio cómo los descuartizaban, como les cortaban las cabezas. Está aterrado”, comentó su parienta.
La señora, quien desde el pasado miércoles acude todos los días al centro penitenciario para tener noticias de su allegado, dijo que según el relato de Roberto, él se cubrió con ropa y así permaneció hasta que cesó la matanza.
“Nos cuenta que todo comenzó como a las 08:00 y que en la noche continuaron con la masacre, que de su pabellón mataron a 100 personas y que solo 20 lograron sobrevivir porque se escondieron. Ya les habían advertido que iba a ocurrir una mortandad. También nos contó que desde el martes no les dan de comer”, aseguró la mujer.
Agregó que su familiar, quien por su condición sexual viste como mujer, fue detenido el 13 de octubre del año pasado y que solo le faltan seis días para cumplir su condena.
Salió Libre y no aparece
Juana Vilela viajó desde el cantón Naranjal con la boleta de excarcelación que un juez giró el martes 5 de octubre a favor de su hijo José Enrique Arizabal Vilela.
Mas, al llegar al centro carcelario, donde su hijo de 20 años se encontraba detenido desde hace un mes, le informaron que él ya había salido de la cárcel y que era toda la información que podían proporcionarle. “Mi hijo no ha llegado a casa. Tampoco nos ha llamado, no sé qué pudo pasar con él”, indicó la angustiada madre.
La intranquilidad se apoderó de una familia de venezolanos radicada desde hace cuatro años en el Ecuador, porque un pariente suyo podría ser uno de los 119 reclusos asesinados el martes 28 de septiembre, de los cuales aún 12 no han sido identificados.
La progenitora del extranjero, quien no quiso revelar su identidad por temor a represalias, dijo que hasta el pasado sábado su hijo supuestamente aparecía en la lista de los sobrevivientes. Sin embargo, este martes la persona encargada de dar información en el centro penitenciario les dijo que se acerquen al Laboratorio de Criminalística para un reconocimiento.
El pasado lunes el coronel Henry Coral, director nacional de Investigaciones Técnicas de la Policía, explicó que dos de los cuerpos no identificados podrían ser de extranjeros.
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