Un mal presentimiento no permitía a Enrique Fajardo conciliar el sueño. Era la 01:00 de ayer, cuando recibió la llamada de Andreína, la segunda de sus tres hijos.

“Papi, te tengo una mala noticia, mi ñaño murió en un accidente”, le dijo la chica.

El progenitor dijo que antes de acostarse a su mente vino la imagen de Ronaldo Fajardo Soto, el mayor de sus descendientes, a quien en repetidas ocasiones le había advertido lo peligroso de movilizarse en motocicleta.

“Le dije ‘mijito, no te compres una moto, mejor da la entrada para un carro’”, recordó Fajardo.

Ronaldo, de 25 años, se impactó contra una tricimoto, en el sector de Los Vergeles, norte de Guayaquil.

La tarde del domingo los restos del muchacho fueron llevados a la casa de su madre para ser velado.  (AEB)