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Al paladar guayaco le gusta comer bueno y barato
Los ciudadanos hacen largas filas para satisfacer los antojos de sus estómagos. Los papipollos, chuzos y papas rellenas son algunos de los platillos favoritos
Uno es ‘gringo’ y la otra es francesa, pero cuando están juntos se vuelven la pareja favorita de todos y no, no estamos hablando de personas, sino de uno de los bocadillos predilectos de los guayaquileños: el papipollo.
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Por eso, a Jampiere no le importa esperar el tiempo que sea necesario para que le despachen cuatro bandejas, todas con pechuga, porque tiene más ‘troncha’, en pollos El Azul, en las calles Manuel Galecio y Rumichaca, en el centro de Guayaquil. En casa, la familia espera ansiosa su regreso.
“El papipollo es el éxito, ¿a quién no le gusta la buena porción de papas con salsa (de tomate) y mayonesa y el pollo bien sazonado y crocante?”, expresó mientras le terminaban de despachar, ya con la boca ‘hecha agua’.
Otro de los amores gastronómicos de los guayaquileños es el chuzo. ¿Dónde no encuentras un chucero cerca? En las escalinatas, para subir a Las Peñas, encuentras un montón y todos tienen ‘camello’ porque no paran de vender.
Algunos los venden solo de chorizo y otros los adornan con un pedazo de cebolla o pimiento y un trozo de maduro o verde. Los precios van de $ 1,25 hasta los $ 2,50 si lo quiere mixto o con más chorizo.
¿Quién no le ‘hace’ a un buen chuzo?
Diego Rosado se comió uno en las calles Cuenca y Los Ríos. Mientras hacía lavar su carro vio pasar a Enrique, un chucero de la zona, y le compró uno sin siquiera preguntar precio. “No alcancé a almorzar y el chuzo siempre salva (el hambre) hasta llegar a casa”, contó. Al final, se terminó ‘pegando’ dos.
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La papa rellena es otra de las elecciones predilectas de los guayacos, cuando de matar el hambre se trata. Gusta porque es buena y barata, se las encuentra hasta en $ 0,50, vienen rellenas con carne y vegetales y se acompañan con salsa y mayonesa.
Doña Amada García sale todos los días con su paila al portal de su casa. Ella se ha convertido en la sensación del Cisne 2 (calle CH, entre la 11 y la 12), al sur de Guayaquil, gracias a sus sabrosas papas rellenas.
Son a 50 centavos y son tan ricas que a su zona hasta carros ‘pelucones’ llegan solo por sus papas rellenas. Arturo Castro, residente de la Kennedy, al norte de la urbe, conoció este negocio durante una visita a un centro de salud ubicado a pocos metros. “Probé de pura casualidad y me gustó mucho porque además de tener buen sabor, es súper barato. Desde ahí soy cliente”, aseguró mientras esperaba que le despacharan tres papas rellenas.
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