Blanca Guachamín todavía no supera la muerte de su hija. Ella espera que encuentren al conductor del vehículo que la atropelló y que dé la cara ante la justicia.

El accidente en el que falleció la menor, de 13 años, ocurrió en la vía a San José de Minas, sector Tanlahua, al norte de la capital.

Según Guachamín, su suegro escuchó un estruendo en la carretera. Al salir vio que el cuerpo de una adolescente estaba tendido en la vereda y bocabajo. El señor se acercó, intentó sentar a la víctima para darle primeros auxilios y se percató que era la hija de su nuera. Luego gritó desesperado para que lo ayudaran.

Guachamín y su esposo, Luis Fuelpas, corrieron desesperados a la escena. “Mi niña estaba golpeada y no reaccionaba. El conductor la dejó botada”, dijo la mujer. Los testigos llamaron a la ambulancia, pero no llegaba.

Fuelpas cargó el cuerpo de su hija y detuvo un vehículo para que lo llevara al centro de salud más cercano. En ese lugar, los médicos le dijeron que la chica había llegado sin signos vitales. Tenía heridas en su cabeza, raspones en todo su cuerpo y su pierna derecha estaba dislocada. Sus restos fueron velados en la casa de un pariente de Guachamín y los enterraron en el cementerio de San Antonio de Pichincha.

Investigación

Según el informe del Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT), el caso se está manejando como un atropello.

Un oficial de la unidad informó que el conductor del auto escapó de la escena luego del siniestro y que revisarán las grabaciones de las cámaras de seguridad ubicadas en el sector de Rumicucho para ver si el vehículo huyó por esa vía.

En la escena del accidente, los agentes investigadores levantaron una parte delantera del auto que se había desprendido luego del impacto, el mismo que fue llevado al departamento de Criminalística para determinar qué tipo de carro es. Según las primeras indagaciones sería de un Aveo.