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Drama

Parientes de sepultada en 5 días, serán examinados y tendrán bóveda

Luego de nuestra publicación del 2 de marzo, llegó la ayuda. Los Flores tendrán chequeos médicos y psicológicos; también tendrán su nicho y raciones de comida

diabética
Alexandra tuvo fiebre y dolor de cabeza. El estrés y la tristeza se apoderaron de ella.Álex Lima / EXTRA

Patricio, Alexandra y Lenín Flores, familiares de Marina Flores (29 años), quien falleció de un infarto el 24 de febrero y fue sepultada el 28 del mismo mes; serán evaluados médica y psicológicamente por galenos del Ministerio de Salud Pública (MSP).

La respuesta llegó gracias a nuestra publicación del 2 de marzo, en la cual compartimos su drama: tres personas viven hacinadas en condiciones antihigiénicas y con mascotas sarnosas.

Según vecinos, ellos tienen discapacidades y problemas en su salud mental, pero los especialistas serán quienes den el real diagnóstico de ellos.

También el trío recibirá una bóveda en el cementerio municipal de Posorja, en la cual colocarán el cuerpo de Marina; que actualmente está en un nicho prestado por una vecina, ubicado en el camposanto Ángel María Canals, suburbio porteño.

Asimismo, la fundación Ferdinove les donará raciones de comida a los hermanos, quienes tienen trabajos informales; uno vende botellas de agua en la calle y el otro arregla y limpia viviendas; Alexandra por sus enfermedades (diabetes e hipertensión), permanece en casa.

Su socio fundadora, Martha Noboa, manifiesta que irá con voluntarios al sitio y verán qué otras necesidades tienen los consanguíneos de Marina.

Por el momento, los Flores viven en las calles Augusto González, entre la 35 y 36, suburbio de Guayaquil. Están ‘arrimaditos’, habitan en un inmueble de una moradora, quien les ha pedido la pieza en la cual residen, la misma mide dos metros de ancho y seis de largo. 

El dormitorio es común, pues allí pernoctan las tres personas, este mide dos metros de ancho y tres de largo. En él hay una cama de dos plazas y sobre una pared están dos colchones arrumados y grises por la mugre. Sobre ellos se trepan sus cuatro gatos y Rufo, su perro, que tiene sarna y pulgas, también. El can duerme junto a sus amos.