Los hermanos Pedro Jesús y Bryan José Zambrano Oviedo presuntamente se habían convertido en el terror del distrito Nueva Prosperina. Se encargaban de administrar el territorio para delitos, como sicariatos, secuestros, robos de vehículos y sabían cuántas viviendas, locales, buses y tricimotos debían pagar ‘vacuna’.

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El coronel Roberto Santamaría, jefe de esta jurisdicción ubicada en el norte de Guayaquil, explicó que Pedro Jesús, conocido con el alias de Pingüino, en este sector porteño, era el ‘cabecilla’ de Los Fatales, banda alineada a la organización terrorista Los Choneros.

Explicó que en la intervención realizada en esta zona participaron 500 policías, quienes allanaron 32 casas y un hotel que servía como guarida de las bandas delictivas.

“Nuestros objetivos eran las viviendas, no las personas. Hay casas que fueron desalojadas y utilizadas para economías criminales, en el hotel planificaban todo tipo de delitos. En el caso de Socio Vivienda, este sector se convirtió en una urbanización terrorista”, dijo.

En despliegue policial, dijo Santamaría, también se pintaron de blanco las paredes de un parque ubicado en el bloque 21 de Flor de Bastión, que servía como centro de reclutamiento para jóvenes a quienes les enseñaban a cometer sicariatos y vender droga.

“En las paredes había imágenes alusivas a organizaciones criminales y la imagen de un líder criminal a quien idolatran y lo veían como un ejemplo. Estas bandas reclutan a menores y les dan una casa, motocicleta, un arma de fuego. Una vez que están en deuda, la organización les pide que asesinen, venda droga o reclute a otro joven”, sostuvo.

El general Víctor Herrera, comandante de la Zona 8, informó que durante el operativo se encontró droga, municiones, cinco motocicletas reportadas como robadas, un animal exótico, un fusil de última generación, calibre 2.23 y una pistola 9 milímetros. Estas dos armas serán periciadas para saber en qué delitos han sido utilizadas.

“El fusil es de uso bélico, no entendemos cómo llega este armamento a estos grupos delictivos. También había cámaras de seguridad ubicadas de manera estratégica y que funcionaban como fuente de información para poder hacer sus fechorías y estar atentos a los operativos realizados por las fuerzas del orden”. (AEB)

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