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El religioso fue condenado a 30 años por violar a una joven por años.Canva

Pastor condenado a 30 años por violar y someter a adolescente durante dos años

La Corte Suprema ratificó la condena contra Jorge Antonio Torres, quien mantuvo cautiva a una joven de 18 años

La Corte Suprema de Justicia de Argentina ratificó la condena a 30 años de prisión contra Jorge Antonio Torres, un pastor acusado de haber secuestrado, violado y sometido a una joven durante dos años en la localidad bonaerense de Tapalqué.

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La decisión judicial cierra un proceso que se inició en 2013, tras la valiente huida de la víctima, quien logró escapar del lugar en el que permanecía privada de libertad desde diciembre de 2011.

Manipulación, violencia y abusos aberrantes

De acuerdo con la investigación judicial, Torres conoció a la adolescente durante encuentros de una congregación de los Testigos de Jehová, donde inició un proceso de manipulación psicológica que desembocó en la privación ilegítima de libertad.

La adolescente logró escapar del cautiverio donde la tenían secuestrada.Canva

Durante el cautiverio, el agresor entregaba a la víctima a desconocidos para que la abusaran, la golpeaba, le provocaba mutilaciones con armas cortantes y la obligaba a participar en actos sexuales con animales, hechos que causaron conmoción a nivel nacional.

Luego de la detención del acusado, ocurrida tras la denuncia de la víctima, un grupo de vecinos incendió la vivienda de Torres ubicada en calle Marmisolle al 200. En ese domicilio, los peritos hallaron pruebas clave para la causa: una computadora portátil, teléfonos celulares, tarjetas SIM y sustancias ilícitas, entre ellas marihuana.

Sentencia firme: 30 años de prisión

Tras la investigación, la causa pasó por la Sala III del Tribunal de Casación provincial, que confirmó la responsabilidad penal del acusado. Posteriormente, el expediente regresó al tribunal de origen en Azul, donde los jueces dictaron la pena definitiva de 30 años de cárcel.

El caso fue calificado como uno de los episodios más extremos y aberrantes de abuso sexual, violencia de género y privación de libertad registrados en la región.

Las pericias psicológicas, los testimonios de la víctima y las evidencias tecnológicas secuestradas durante los allanamientos fueron determinantes para establecer los hechos y condenar al imputado.

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