Exclusivo
Actualidad

“Perdón por la decisión que he tomado”

Redacción Quito
Isabel Bonilla y Mirla Pérez, jefa y contadora de una empresa textilera, respectivamente, parecían ser las mejores amigas. Sin embargo, aquella relación terminó la tarde del lunes.
Al parecer, Pérez asesinó a Bonilla y luego se suicidó. Pero antes escribió una carta que decía: “Perdón por la decisión que he tomado”, detalló la Policía, en los exteriores de la compañía, ubicada en Ponciano Alto, norte de la capital.
Según Christian Calderón, abogado de la propietaria de la textilera, la supuesta suicida era la ‘mano derecha’ de la víctima, pues la acompañaba a todas partes y, además, llevaba la contabilidad de la fábrica, localizada en las calles Francisco García y Juan Berrezueta.
La entidad habría dejado de funcionar en diciembre del año pasado, porque, al parecer, entró en proceso de liquidación, ya que había inconvenientes con exempleados.