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Perros habrían devorado al ‘Tin tin’ en Santa Elena
La mujer corría hacía sus vecinos para mostrarle los restos de una extraña criatura que logró quitarle de la trompa a una perra que se llama “Pantera” la tarde del pasado martes.
Los gritos de Johana Lino, alarmaron a los moradores del barrio 9 de Octubre en la comuna San Pedro, al norte de la Península de Santa Elena.
La mujer corría hacía sus vecinos para mostrarle los restos de una extraña criatura que logró quitarle de la trompa a una perra que se llama “Pantera” la tarde del pasado martes.
El animal, que junto a otros dos perros llevaban tres días perdidos en la montaña, al llegar a la vivienda de su dueña acarreó con los restos de su presa, que presumiblemente cazó entre los arbustos.
“Pensé que era un feto al ver los piecitos tan pequeños parecido a los de un humano, además el color blanco rojizo me llamó la atención; eran cuatro pedazos que cargaba “pantera” en su hocico, la cabeza ya no estaba”, comentó la fémina.
La sorpresa fue mayor para Johana al ver de cerca los restos de aquel pie que tenía las uñas bien largas, como unas garras e incluso era muy peludo. “Por Dios santo que esto”, eran las expresiones de Lino al mostrarle a las demás personas lo que había descubierto.
La joven mujer llamó de inmediato a su esposo, Samuel Gonzabay, quien labora en el mercado, y este pidió a los más ancianos del lugar revisen minuciosamente los extraños restos y poder determinar lo que había traído del campo su “Pantera”.
Los criterios eran divididos; mientras unos aseguraban que podría ser el Tin Tin, que semanas atrás supuestamente se lo había escuchado silbar entre los árboles de la comuna, otros en cambio decían que era un duende de aquellos que merodean en las noche, pero en lo que sí coincidían es que se trataba de un ser diabólico nunca antes visto por esta zona.
La novedad se supo de inmediato y los habitantes de la comuna en pocos minutos coparon el domicilio de los Gonzabay Lino, que está ubicado en lo alto de una loma en San Pedro.
Además tras comentarse que las vísceras estarían relacionadas a un ser maligno los moradores regaron agua bendita al pie de sus casa para alejar al mal.
Ante el rumor de un ataque de seres extraños por la muerte de la criatura, muchos de los lugareños no pudieron dormir y colocaron machetes al pie de sus camas por si acaso a la medianoche les tocaría enfrentarse a especímenes malignos.
“Estamos nerviosos por lo que ha pasado, esto por aquí nunca se había escuchado. Yo vi los restos y para mí es el Tin Tin”, expresó José Muñoz, otro de los moradores del lugar.
La mañana de este miércoles 7 de noviembre, Gonzabay, junto con otros vecinos acudieron a enterrar los despojos de la extraña criatura; lo hicieron a unos dos kilómetros al interior de la montaña.
“Para que no le pase nada al pueblo lo dejamos enterrados debajo de un acantilado, bien lejos de aquí”, señaló el lugareño.