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La víctima estaba sola cuando ocurrió el percance.Jhonny Crespo.

Pit Bull no fue el verdugo de adulta mayor sino una asfixia

Primero se culpó a una de las mascotas con las que convivía y ahora la autopsia dice que no es así. El ataque del perro se dio cuando la mujer de 76 años ya había fallecido.

En las instalaciones de la casa comunal de la ciudadela Cristo del Consuelo, fueron velados los restos de Julia Robertina Ríos Morán, de 76 años, tras morir supuestamente por el ataque que recibió de un perro de raza pitbull en Machala.

Diario Extra consultó a Daniel Carreño, médico forense del Centro de Investigaciones de Ciencias Forenses de Machala, sobre la autopsia que se le efectúo a la mujer.

El galeno reveló que la causa de la muerte fue asfixia por sofocación y que el perro la mordió una vez fallecida.

Lo que significa que la adulta mayor murió, cayó al suelo y el perro fue detrás de su rostro y cuello. Su cara quedó irreconocible por las múltiples heridas hechas por los colmillos del can.

Carreño explica que este hecho es conocido como una “antropofagia cadavérica”, que se traduce a la destrucción del cadáver debido a la acción de animales.

En medio de la conmoción durante el día del incidente, hubo voces de repudio contra Brat para que sea ejecutado. Otros en cambio, decían que el animal debía seguir viviendo porque era un perro que no hacía daño a nadie.

El detalle de la autopsia

El profesional detalló que al abrir la “tráquea encontraron que estaba obstruida” y al “cortar el estómago hallaron alimento”, lo que ocasionó una bronco aspiración. Problema común en personas ebrias, que sufren de epilepsia o con discapacidad intelectual.

“Se presume que mientras la mujer estuvo sentada, la comida se le regresó por la tráquea, obstruyendo las vías respiratorias, produciendo la asfixia por sofocación y muerte”, explicó el especialista.

El ataque posterior del perro se habría dado por esta razón: “Los animales cuando tienen hambre y ven un cuerpo que no se mueve, lo devoran”, narró el doctor.

Según avanzaba la conversación, las explicaciones de cada herida se hacían más crudas: “No tenía pabellones auriculares, los cartílagos del oído, nariz y la mitad del cuello. También presentaba destrucción de tejidos blandos, arterias desgarradas incluida la yugular”.

El destino de ‘Brat’

El can pasó a custodia del Municipio de Machala, a través de la Dirección de Medio Ambiente del cabildo. Ahí se dispuso su traslado a una vivienda en el barrio González Rubio en Puerto Bolívar, para realizarle varios análisis y así poder establecer el comportamiento de la mascota.