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Una ‘botica’ ancestral que cura 100 males
En el Mercado Central de La Maná, se expende una variedad de hierbas medicinales traídas desde Latacunga.

Según los sabios, los ancestros no utilizaban a los médicos, se curaban con el poder de las plantas.
La medicina ancestral, a punta de hierbas, no pierde su esencia en el cantón La Maná, provincia de Cotopaxi.
Un olor especial e inconfundible se esparce por uno de los tramos del Mercado Central de esta localidad. Allí hay una extensa variedad de plantas medicinales que se comercializa como ‘pan caliente’ para curar algunas dolencias.
Las personas que acuden a este sitio solo tienen que describir el tipo de dolencia que los aqueja para que aparezca Martha Jacho, una latacungueña que con sus plantas medicinales se ha metido en el corazón de los lamanenses. Algunos choferes son los más concurrente a este lugar.
Cuando el cliente le cuenta que no aguanta el dolor de los riñones, Jacho, de 60 años, le recomienda beber la sangoracha o ataco. Le pide al ‘caserito’ que se la tome como una agüita de horchata para decirle “adiós al dolor”.
Jacho, quien lleva alrededor de cuatro décadas en la venta de hierbas medicinales, dijo a EXTRA que tiene experiencia en el comercio de estos productos naturales y que es capaz de darle solución a más de 100 males que tenga una persona.
En su puesto cuenta con más de 30 plantas que trae de los páramos de Latacunga y que con un debido manejo, las personas son capaces de curarse hasta de enfermedades raras, según aseguró Jacho.
Tomillo y colada de mashua:
Una de las plantitas que más comercializa en su puesto es el tomillo o también conocido como orégano chiquito. Esta planta tiene la particular forma de curar los dolores de barriga, debido a gases.
Con 50 centavos las personas pueden comprar el diente de león o taraxaco, planta que tiene propiedades que son capaces de prevenir las hemorragias de hígado, pero también limpia la sangre y el flujo de bilis.
La mashua, en cambio, sirve como un desinflamante de la próstata. Esta planta parece una raíz, similar a la zanahoria y cuando se la combina con la casa marucha los resultados son excelentes, según Jacho.
Recordó que años atrás, los niños de la serranía que bebían la colada de mashua, crecían fuertes y sanos.
“Nosotros antiguamente no utilizábamos al doctor, solamente cuando alguien se rompía la cabeza, solo nos curábamos con aguas medicinales”, dijo la mujer.
Una de las clientes de Jacho, Elvira Loor Sánchez, contó que lleva varios años probando las aguas medicinales y dijo que su vida no sería la misma si dejara de hacerlo.
Loor cambió la medicina tradicional por estos tratamientos alternativos, ya que gastaba mucho para curarse de una dolencia en su estómago. “Cuando tomaba las hierbas medicinales empecé a bajar de peso y eso me ayudó mucho a poder mejorar mi salud física”, aseguró.
Parte de la cultura :
Danny Zambrano, director de educación y cultura Municipal, explicó que La Maná es una tierra que alberga muchas tradiciones y que ahora más bien se debe fomentar y potencializar los saberes ancestrales que tienen algunas personas en el cantón.
Mientras tanto, Marcelo Orbea, director de vinculación de la Universidad Técnica de Cotopaxi (UTC), indicó que llevan varios años impulsando los conocimientos de las prácticas ancestrales y que más bien están pensando en cómo desarrollar nuevas técnicas para la salud.
Mencionó que la medicina ancestral es una de las alternativas que tienen los seres humanos para poder aliviar los quebrantos en la salud.