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Guayaquil, la ciudad con mayor tasa de pobreza en Ecuador
La pobreza es uno de los síntomas que afectan a la distintas sociedades del mundo. Bajar los índices de esta problemática social suele ser un trabajo conjunto de las autoridades gubernamentales, aunque en el proceso también se incluyen otros actores.

Se considera a una persona pobre si percibe un ingreso familiar per cápita menor a $ 84,79 mensuales.
La pobreza es uno de los síntomas que afectan a la distintas sociedades del mundo. Bajar los índices de esta problemática social suele ser un trabajo conjunto de las autoridades gubernamentales, aunque en el proceso también se incluyen otros actores.
Ecuador por su parte también lidia con esta situación y busca brindar distintas alternativas para lograr disminuirla y por qué no, erradicarla. En el país se viven dos tipos de pobreza: la común y la extrema, según las identifica el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en su reciente Encuesta Nacional De Empleo, Desempleo Y Subempleo (ENEMDU), actualizada en diciembre 2018.
En dicho informe, señala que se considera a una persona pobre si percibe un ingreso familiar per cápita menor a $ 84,79 mensuales y pobre extremo si percibe menos de $ 47,78. Este escenario limita a una persona para alcanzar un mínimo nivel de vida adecuado.
¿Qué es el ingreso per cápita familiar? Es una medida de bienestar económico que capta todos los ingresos corrientes disponibles del hogar y los asigna proporcionalmente para el número de miembros de la familia.
Situación ecuatoriana
Hasta diciembre 2018, la pobreza a nivel nacional se ubicó en 23,2 % y la pobreza extrema en 8,4 %. En el área urbana la pobreza llegó al 15,3 % y la pobreza extrema a 4,1 %. Mientras, en la zona rural la pobreza alcanzó el 40,0 % y la pobreza extrema el 17,7 %.
La ciudad con mayor tasa de pobreza fue Guayaquil (9,9 %), en relación a diciembre 2017, cuando Machala tuvo la más alta (13,6 %). En cambio Cuenca tuvo la menor tasa de pobreza con 4,2 %. Existe diferencia estadísticamente significativa (a 8,6 %) en la ciudad de Machala con la disminución de 5 puntos respecto al año anterior.
Otras localidades como Quito y Ambato cerraron el año anterior con una tasa de 8,3 % y 8,4 %, respectivamente en ese orden.
La tasa más alta de pobreza extrema se registró en Quito (2,4 %), mientras que la más baja fue de Cuenca con 0,8 %. Ciudades como Guayaquil registraron una tasa de 1,9 %; Machala, 2,0 %; y Ambato, 2,1 %.
Las necesidades insatisfechas
Según el reporte ENEMDU, una persona es pobre por necesidades básicas insatisfechas si pertenece a un hogar que presenta carencias en la satisfacción de al menos una de sus necesidades básicas. Estas necesidades están compuestas por los siguientes factores:
* Calidad de la vivienda.
* Hacinamiento.
* Acceso a servicios básicos.
* Acceso a educación.
* Capacidad económica.
Cada dimensión tiene un indicador de carencia asociado el cual se identifica a nivel de hogar y se analiza a nivel de persona. Hasta diciembre de 2018, la pobreza por necesidades básicas insatisfechas fue de 33,5% a nivel nacional; 21,4% en el área urbana, y 59,5% en el sector rural.
Pobreza multidimensional
En un concepto simple podría considerarse que la pobreza consiste solo en no tener dinero, sin embargo la problemática va más allá de eso. Las personas pobres pueden sufrir múltiples desventajas al mismo tiempo, como tener una mala salud o estar desnutrida, carecer de agua potable o electricidad, tener un trabajo precario o tener acceso limitado a la educación.
Para medir estas carencia se utiliza el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), el cual revela quiénes son pobres y la manera en que lo son, además de las diferentes desventajas que experimentan.
Existen 4 dimensiones de privaciones de derechos que se pueden sufrir simultáneamente dentro de un hogar y sus respectivos indicadores:
El Ecuador cerró el 2018 con una tasa de pobreza multidimensional de 36,6 % a nivel nacional; 23,9% en el área urbana, y 63,7% en el sector rural. En el caso de la tipo extrema multidimensional, fue de 14,8% a nivel nacional; 5,8% en el área urbana, y 33,9% en el zona rural.