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La pobreza se los ‘lleva en peso’
Los padres son chamberos y en ocasiones piden comida en restaurantes para alimentar a sus hijos, ya que no les alcanzan las monedas. Familiares ‘sapos’ los habrían dejado sin casa.
Mariuxi Sosnalema junto a su casa armada con pedazos de caña.
Viven atrapados entre la miseria y el hambre. Cada día es un desafío para Mariuxi Sosnalema y Jefferson Salvatierra y sobrevivir es su misión.
Esta pareja habita en una covacha que armaron con pedazos de una pared de cañas y hojas de zinc que hallaron en la basura. Es todo lo que tienen para soportar la lluvia, el calor o las noches frías. Su situación destroza el corazón de sus vecinos en el sector Las Marías, de Monte Sinaí, noroeste de Guayaquil.
Mariuxi, de 25 años; y Jefferson, de 20, se ganan la vida chambeando. Pero el dinero que reciben apenas les alcanza para una comida diaria. Por eso, en ocasiones, cuando el ‘camello’ no les da para tanto, prefieren caminar y pedir alimentos a los dueños de restaurantes del sector.
“Hay que luchar por nuestros hijos, ellos no merecen sufrir”, dice Jefferson.
Desnutrida
Mariuxi está preocupada. Ella muestra un aparente cuadro de desnutrición, al igual que sus dos hijos (una niña de 6 años y un bebé de 7 meses). “Hace tiempo me dijeron que tenía anemia, ahora no sé, porque no he podido ir al médico”, comenta a un equipo periodístico de EXTRA que la encontró arrimada a la puerta de su estrecha vivienda.
¿No toma vitaminas? Mariuxi esboza una tímida sonrisa y responde que ni siquiera ha ido al dispensario médico de la zona, “por falta de tiempo”.
Los dejaron sin techo
La pareja tenía una casita en mejor estado, pero se la prestaron a un familiar para que habitara por un tiempo, pero la perdieron. “Se nos hicieron los dueños y ahora tocó venir acá (invasión)”, explica Jefferson.
Actualmente viven en un terreno que está sin lotizar. Allí armaron su casita con los restos de una casa de caña que desarmaron otros vecinos. El piso es de tierra y la cama sobre la que descansan los cuatro es solo de una plaza. “La vida del pobre es dura, pero así toca, algún día saldremos de tanta pobreza”, comenta la joven madre, quien abriga esperanzas de que los lectores de EXTRA les ayuden a tener un hogar decente para sus hijos.
En abril pasado, la familia recibió la ayuda de las dirigentes barriales Elaine Gonzaga, Griselda Sarcos y Clarissa Barre, quienes les entregaron ropa para los niños, vajillas y gorras.
Nota
Esta familia está en una delicada situación de salud. Si alguien desea contactarlos, puede llamar a la vecina Sara Párraga, al celular 0960570014.