Se nos viene el dinero electrónico

El dinero electrónico es un medio virtual para realizar pagos sin la necesidad de una tarjeta de crédito o una cuenta bancaria. Fue implementado por el Banco Central del Ecuador (BCE) y se intentó concretar en tres ocasiones hasta que finalmente entró en operación en el país desde el 2016.

Aunque tiene como objetivo facilitar las transacciones económicas de los ciudadanos, existen algunos segmentos de la población que aún tienen dudas sobre su uso.

Ventajas

Es un sistema rápido y mucho más seguro que el dinero en efectivo, pues el usuario ya no tendrá que exponerse a los robos. En caso de extraviar el teléfono en donde se encuentra abierta la cuenta de dinero electrónico, nadie podrá usarlo sin las claves de acceso. Además, de ser descifrado el acceso, el propietario del teléfono extraviado puede rastrear desde una computadora el origen y el destino de cada transacción.

Otra de las ventajas de esta nueva forma de pago, es que los usuarios no necesitan tener una cuenta en una entidad financiera. De esta manera, la población que habita en zonas rurales del país en donde el acceso a este tipo de instituciones es limitado, podría verse beneficiada.

Todas las transacciones pueden hacerse desde un teléfono celular. Aunque no es precisamente uno de alta tecnología, pues para hacer uso de este servicio, no es necesario contar con un teléfono inteligente o una operadora en particular. Ni siquiera es obligatorio tener saldo o un plan de datos.

El Banco Central del Ecuador afirma que las transferencias internacionales a través del sistema de dinero electrónico permiten que los ecuatorianos que viven en el extranjero puedan enviar remesas de forma directa, segura y sin costo.

A pesar de las ventajas del dinero electrónico, desde su aparición en la esfera pública, ha estado rodeado de polémicas. Y es que no es para menos considerando que no será fácil reemplazar al sistema de pago más utilizado del mundo (dinero tradicional).

Desventajas

Según algunos detractores de este método, el dinero electrónico es una buen idea pero mal aplicada. Las dudas surgen principalmente en materia de economía.

La regulación de tarifas está a cargo de la Junta de la Política Monetaria y del Banco Central, lo cual generaría facultades, para este último, que no tenía desde el año 2000, cuando el Ecuador se dolarizó. En cuanto a la emisión de la ‘nueva moneda’ existen interrogantes ya que en teoría el país volvería a tener moneda propia. Y en este caso, debe tener un respaldo para ese circulante. Los países que cuentan con moneda propia, generalmente la respaldan en oro. En el caso del dinero electrónico, el respaldo sería el dinero en efectivo que la gente intercambie. Por cada USD 0.25 electrónicos, deberá existir la misma cantidad en físico.

Experiencias de otros países

Japón es el país que posiblemente más experiencia tiene en este tema. Implementó este sistema en 2001, como respuesta a las largas filas que se formaban al momento de comprar boletos de transporte público (de los más abarrotados del mundo). Con el dinero electrónico, permitió a los usuarios realizar pagos de manera rápida y anticipada reduciendo las filas.

El proyecto se dio paso a otras esferas comerciales y eventualmente se fue expandiendo en casi todos los celulares del país. Pero el éxito de Japón tiene una explicación: la alta densidad poblacional. Sin embargo, que las operadoras telefónicas funcionen en todos los rincones del país, fue una gran ventaja. Además, el gobierno local brindó todas las facilidades de acercamiento entre las operadoras móviles y la banca privada.

El África Subsahariana es la zona geográfica en la que el uso del dinero electrónico está más extendido, y representa casi el 80% de las cuentas de dinero existentes. El dinero electrónico, empezó a funcionar en Kenia y desde allí se extendió por la región, operaba en un territorio inexplorado. Una de las razones por las que el sistema funciona con éxito, es la carencia de un sector financiero amplio y servicios bancarios decadentes. Además, la fuerte dependencia de las remesas en la región.