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“Por Dios encuentren a mi hijo”

Patricia Oleas, Alausí (Chimborazo)
Recostada sobre el pecho de Margarita Sánchez, Rosario López lloraba angustiosamente al ver que los rescatistas no encontraron, ni tenían en la lista de víctimas, a su hijo Manuel de 26 años, quien viajaba en un bus que se accidentó.
Un micro de la cooperativa Alausí, que salió a las 16:00 del domingo desde Guayaquil hacia Alausí, tres horas y media más tarde se fue a un barranco de unos 200 metros, en el sector Angas, (límite entre Cañar y Chimborazo). Dos personas murieron y ocho quedaron heridas, según el reporte de organismos de socorro.
Uno de los fallecidos fue Alfredo Bermeo, de 50 años, y el otro no se conoció su identidad. Los afectados fueron trasladados al hospital de Alausí, pero seis de ellos se los envió a Riobamba.
Mientras los rescatistas sacaban uno de los cuerpos, Rosario corría de un lado al otro en la vía en busca de información. “Por Dios encuentren a mi hijo”, decía la señora, quien agregó que horas antes su muchacho estuvo en el recinto Dos Bocas (Cañar), en la casa de su abuela materna festejando el Día de la Madre.
“Él se despidió de su vástago y le pidió su bendición”, y según la señora, la intención de Manuel, era esperar en la vía el bus de la Alausí que venía desde el Puerto Principal, para llegar a Huigra donde se dedicaba a la agricultura.