Llorando, por no saber con detalles qué sucedió con su sobrina, Flor Cedeño se retiró de la casa donde su allegada pasó sus últimos minutos de vida. La mujer pide que la muerte se investigue, pues teme que a su familiar pudieron haberle hecho algo malo.

Peggy Lorena Orrala Cedeño, de 40 años, se vio por última vez con su tía el 25 de noviembre. Ese día comieron juntas y luego no se comunicaron más. Pero este sábado 4 de diciembre, a Flor le dijeron que ella había fallecido, en la vivienda de su pareja, en las calles García Goyena, entre la 13 y la 14.

“Cuando la fui a ver estaba tirada en una cama, rígida, pero me dicen los vecinos que estaba ahorcada con una hamaca”, refirió Flor. En tanto, el hombre con el que Peggy mantenía una relación no se encontraba en aquel domicilio. Eso hace desconfiar a la desconsolada tía.

Policías acudieron al sector para averiguar más datos de lo ocurrido. El sargento Manuel Parreño refirió que una de las hipótesis es que Peggy se habría quitado la vida. Sin embargo, aclaró que aquello deberá ser confirmado mediante las investigaciones y la autopsia que debe practicarse al cadáver.