Sus compañeros lo recuerdan como una persona solidaria y comprometida con sus pacientes y su trabajo. Según ellos, el doctor Arturo Ricardo Arteaga Mora siempre andaba de buen humor. Pero esa sonrisa se apagó luego de que falleciera por coronavirus.

El profesional de la salud tenía 51 años y trabajaba como médico intensivista en el Hospital Carlos Andrade Marín, en el centro norte de la capital.

Combatió contra el virus desde dos trincheras. La primera era en el área de cuidados intensivos del centro; y la otra fue una cama, al caer como paciente crítico de COVID-19. Esta es la primera muerte de un médico en esta casa de salud que atiende a varios enfermeros, camilleros y doctores que padecen esta enfermedad.

Conmoción en compañeros

 

Los médicos intensivistas del lugar se despidieron de Arteaga de una forma simbólica. Ellos se colocaron un listón negro en sus batas y en el ingreso a la sala de cuidados intensivos del hospital colocaron un pequeño reconocimiento en memoria del doctor. Todo esto lo hicieron mientras sonaba la canción Cuando un amigo se va de Alberto Plaza.

Afuera, las ambulancias hicieron sonar las sirenas como homenaje y la bandera del hospital flameará a media asta durante los próximos días.