Tomó la carabina que estaba cerca del techo de la casa, le puso un cartucho y disparó para probar si funcionaba.

Con el tiro no solo confirmó que el arma de fuego sí valía, sino que además su presunta imprudencia le costó la vida a un infante de dos años.

La supuesta muerte accidental del niño ocurrió la tarde del miércoles 19 de enero del 2022, en una vivienda de la comunidad Linda, de la parroquia Gonzalo Pizarro, en Lumbaqui, provincia de Sucumbíos.

El presunto responsable, quien había libado por tres días seguidos, según señala un parte policial, se asustó de la desgracia y se sentó hasta que llegaron los agentes y lo aprehendieron.

La mamá del infante contó a la policía que aproximadamente a las 15:00 entró a la cocina a pedir un poco de gaseosa. En el sitio estaba su hermana con su esposo (tío político del menor), quien se encontraba aún con los estragos del alcohol. Y en ese momento a él se le ocurrió probar el arma y tras el disparo que hizo, su niño que estaba atrás de ella cayó con un proyectil en la cabeza. (CCQ)