Prometió cambiar su vida y Dios lo salvó

Manta (Manabí)
Su vida cambió en diez segundos. La piel de Freddy Loor Mero (31 años) aún se estremece al recordar que volvió a la vida de entre los escombros. Su testimonio está empapado por sus lágrimas y las imágenes del terremoto del pasado 16 de abril, cubiertas por un manto de fe y de amor a Dios.
Asegura haber visto su cuerpo vestido de blanco emerger desde el destruido interior del centro comercial Felipe Navarrete, en el centro de Manta, donde laboraba. También que escuchó una voz que le preguntó si estaba arrepentido...
Freddy se alistaba para terminar su jornada de trabajo a las 18:50. Bajó hasta la bodega del edificio para recoger sus pertenencias, pero al regreso la tierra empezó a temblar. Observó una avalancha de personas desesperadas que se acercaban hacia él. Escuchó galopes de caballos que se confundían con los gritos de mujeres y niños. Caos y desesperación en el segundo piso del edificio.
Entre lágrimas rememoró que las paredes del local sepultaron a quienes se encontraban cerca. En ese sitio murieron 15 de las 92 personas halladas sin vida en todo el inmueble.
“Una puerta enrollable cayó y mató a cinco personas; yo le daba fuerzas a los demás cuando un pedazo de losa cayó sobre mí. No podía pararme, tenía la cabeza partida”, cuenta Freddy sentado sobre una cama en la casa de su hermana, en la ciudadela Los Geranios de la parroquia Eloy Alfaro.