“¡En el campo también queremos seguridad!”

La inseguridad fue el tema de cajón. Lo ocurrido en la parroquia Constantino Fernández dijeron que era la consecuencia de los muchos robos ocurridos en los últimos tiempos en las comunidades.

El 1 de enero comuneros airados ataron y prendieron fuego a dos personas, una de 28 años murió y el de 17 sigue grave.

Este martes 8 de enero, más de 3 mil habitantes de las diferentes comunidades indígenas y campesinas del noroccidente de Tungurahua bajaron en caminata hasta el centro de Ambato para exigir más seguridad.

Se apostaron en el Parque Cevallos, frente de la Fiscalía Provincial donde con megáfonos en mano pedían por la seguridad para no recapitular lo ocurrido hace menos de una semana.

Juan Caisaguano, presidente de la Unocam, dijo que los delincuentes están tan organizados que roban a cualquier hora, ya sea mañana, madrugada o noche.

“Estamos indignados porque ya no podemos descansar y ni ir a trabajar tranquilos, debemos amanecernos en el páramo o el llano para cuidar de nuestros animales. A nosotros nos cuesta cada animalito que criamos porque representa el sustento, nuestro patrimonio”, mencionó.

Rosa Jerez, presidenta del Movimiento Indígena de Tungurahua (MIT) agregó que hace un año presentaron una propuesta sobre la seguridad, pero no han tenido el apoyo de las autoridades, sostuvo.

En comisión

“Si la justicia ordinaria no actúa, el pueblo indígena y campesino se irá contra los ladrones y las autoridades”, se leía entre las decenas de carteles.

El fiscal indígena Pedro Tisalema se acercó a los comuneros e hizo el llamado al diálogo.

“Estamos concientes sobre lo ocurrido en Constantino Fernández pero no es la forma de solucionar los problemas, debemos conversar y buscar la salida pacífica”, mencionó.

El fiscal provincial Edison Villegas también los atendió y pidió a los dirigentes que presenten la propuesta para entre todos buscar la salida en temas de seguridad sin llegar a medidas extremas.