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Pubertad: el problema de llegar antes de lo previsto

Los cambios de humor, granitos y el inesperado crecimiento de vello en partes que antes no lo habrías imaginado marca el comienzo de un nuevo ciclo los seres humanos: la pubertad.

Los cambios de humor, granitos y el inesperado crecimiento de vello en partes que antes no lo habrías imaginado marca el comienzo de un nuevo ciclo en los seres humanos: la pubertad.

Esta etapa que normalmente comienza a partir de los 10 años, como lo señala la Organización Mundial de la Salud (OMS), podría adelantarse hasta los 7 años. La BBC señala que en Estados Unidos un 15 % de niñas comienza su desarrollo mamario a los 7 años, mientras que a los 8 años más del 25 % empieza a desarrollar senos.

La cadena británica también recogió el testimonio de unos muy preocupados padres, que llevaron a su hija al doctor porque había empezado el crecimiento de sus mamas. Estos no es anormal ni mucho menos, sin embargo sigue siendo visto como algo poco común.

Pese a que existe una edad promedio para el inicio de estos cambios, las evidencias científicas indican que son varios factores los que la determinan; y todos varían de acuerdo a cada individuo.

El artículo Pubertad precoz: no solo una cuestión de edad, publicado en 2015, apoya esta idea. Su autor, Oswaldo Núñez, señala que el inicio de la pubertad está determinado genéticamente, pero que se verá influenciado por varias cosas ocasionando que se adelante o se retrase. Factores nutricionales como la obesidad —en especial para las chicas— y medioambientales son comúnmente relacionados a estos cambios prematuros.

Por otro lado, los investigadores consultados por la BBC, señalan que la exposición a elementos químicos también juega un papel importante en este laberinto de crecer. Algunos productos como los esmaltes de uñas, perfumes, lociones y champús contienen componentes como fenoles, ftalatos y fitoestrógenos, que pueden interferir con el sistema endocrino u hormonal.

Consecuencias

El aparecimiento temprano de estas características sexuales puede traer consecuencias en el desarrollo físico y social de los niños. La secreción de hormonas y el incremento de esteroides acortan el periodo de crecimiento, lo que causaría que los niños terminen con baja estatura. En las niñas se lo asocia con trastornos del ciclo menstrual. Alteraciones metabólicas y cardiovasculares también pueden presentarse en la adultez.

El desarrollo social es el segundo problema. En el caso de los niños, esto puede llevarlos a sentirse aceptados en un grupo para el que no están listos. Mientras que las niñas enfrentan problemas de adaptación.