La vida de Christian Iván Quispe se centra en las actividades no solo de su barrio, sino de los doce sectores que conforman el cabildo de Toctiuco, en el occidente de Quito, una zona conformada por alrededor de 30 mil habitantes, con una parte asentada en las laderas del Pichincha, que cuenta con bosques, cascadas y las fuentes de agua que abastecen a la capital.

El dirigente está a cargo de coordinar, junto a diferentes entidades públicas y privadas, las soluciones que permitan mejorar la calidad de vida de sus vecinos. Por eso, su día está dedicado a ese trabajo. Él considera que por el esfuerzo que se requiere para movilizarse por estos sitios, que cuentan con pendientes bastante pronunciadas, es necesario estar en buenas condiciones físicas.

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Eso lo ha llevado a establecer un entrenamiento constante, pues todos los días despierta a las 06:00 para salir a trotar y relajarse para lo que será el resto de su jornada. A las 07:30 termina y va directamente a las oficinas del cabildo, donde empieza con las gestiones sociales, destinadas a ayudar a niños, adolescentes, jóvenes y personas adultas mayores.

Este líder comunitario no tiene horario de salida, pues cuando se trata de temas relacionados con la seguridad de sus barrios, se queda hasta hallar una solución o por lo menos lograr que sus reclamos se sientan.

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Él lidera las reuniones, las asambleas comunitarias y las marchas, incluyendo las de antorchas, porque no quiere que su cabildo sea invadido por la delincuencia.

Quienes lo conocen sienten admiración por él, pues algunos lugareños consultados coinciden en que “es una gran persona, un gran líder que incluso deja de lado el propio interés”, sobre todo porque consideran que con su trabajo seguirá sacando los barrios adelante.

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