SUSCRÍBETE
Diario Extra Ecuador

Actualidad

‘Practicó’ con su compañero lo ‘enseñado’ por maestro

Un niño dijo a sus padres que un profesor le obligó a realizar actos sexuales con otro compañero. El sujeto fue llamado a juicio.

Foto de referencia. El educador habría obligado a dos de sus alumnos a tener encuentros sexuales. Uno de los afectados repitió la escena con un compañero, según la audiencia.

Foto de referencia. El educador habría obligado a dos de sus alumnos a tener encuentros sexuales. Uno de los afectados repitió la escena con un compañero, según la audiencia.Internet

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Dos amigos pactaron jugar en el segundo piso de su escuela. La inocencia de su propuesta no despertó sospechas en la madre de uno de ellos. Pero el instinto protector empujó a ‘María’ (nombre ficticio) a subir por las escaleras y encontrarse con una inquietante escena.

Ambos niños estaban con los pantalones abajo. Esto sorprendió a la mujer, que fue tras su vástago y le preguntó por qué habían hecho eso. La respuesta fue un latigazo en la columna: su amigo le pidió que le introdujera su parte íntima en la boca.

Sucedió en un prestigioso colegio de Quito, hace dos años, como lo detalla la audiencia de llamamiento a juicio contra el sospechoso. La progenitora guardó esa imagen que le martillaba la cabeza, hasta que después de siete días decidió contarlo. Llamó a la madre del menor de edad que hizo la ingenua propuesta.

Fueron al área psicopedagógica del plantel. La profesional escuchó detenidamente, luego determinó que “no es normal que un niño reproduzca un acto sexual de ese tipo (...)”, señala el detalle judicial Él, de 5 años, confesó lo que sucedió.

Un halo de miedo ensombreció el relato aterrador que todos escuchaban. Un profesor habría presenciado un ‘juego’ similar con el infante y otro muchacho. Entretanto, el sujeto se autosatisfacía observando su macabra obra.

El chiquillo describió el aspecto físico, la altura y hasta el abultado estómago que caracterizaba al individuo. Esas señales las daba mientras jugaba con muñecos que usan como parte de las pericias policiales.

Los investigadores oyeron que “un adulto le hizo cosas malas, que fue en su escuela (...), que fue en el baño, que se encontraba desnudo, que le dio una cachetada (el hombre)”.

Las indagaciones continuaron. El profesor fue detenido e identificado por el niño, quien lo miró en un mosaico fotográfico de sospechosos. El maestro portaba el número cinco en sus manos y el infante lo señaló como el responsable.

Actualmente, el caso fue hecho público de manera parcial, a través de redes sociales. EXTRA se contactó con la madre del menor de edad. Ella manifestó que no autorizaba la publicación del hecho, aunque el caso se encuentra en la página del Consejo de la Judicatura.

El sujeto fue hallado inocente, en una primera instancia. Pero a finales de agosto de este año, fue llamado a juicio, después de que se acogió la apelación presentada por los familiares del niño afectado.

Selección de maestros

El implicado se desempeña en el área de educación física, a decir de las declaraciones del perjudicado. Durante el proceso, las personas que lo conocían dijeron que se trataba de un profesional que trabajaba mucho, honrado y buena persona.

Sin embargo, aquellas virtudes “no son suficientes para desvanecer ni desvirtuar los presuntos hechos atribuidos al procesado, más aún al tratarse de un menor de edad”, indicaba el informe judicial.

Para Mario Jaramillo, exministro de Educación (1997-1998), el hecho es repudiable. “Los institutos que forman a docentes aplican, a veces, test psicológicos. Lamentablemente no son infalibles, contrariamente a lo que muchas veces se cree”, indicó el también exrector de la Universidad del Azuay.

Según Jaramillo, las escuelas y colegios no hacen una selección usando dichos exámenes para indagar la personalidad de los educadores. “Los perfiles solamente apuntan al tema de títulos o currículums. No entran mayoritariamente en las desviaciones que podrían tener (los aspirantes a profesores)”, aseveró el educador.

El Ministerio de Educación selecciona a los educadores a través de un proyecto denominado Quiero ser maestro. “Está dirigido a profesionales de tercer nivel que aspiran a ingresar al magisterio público. El proceso de selección permite, además, obtener un diagnóstico de los sustentantes en cuanto al nivel de dominio de los saberes fundamentales para el ejercicio docente en el área y nivel correspondiente”, precisa la cartera de Estado.

Dentro de ese proceso de selección, esta Secretaría detalla que se realizan evaluaciones psicométricas, que “junto con la prueba de personalidad otorgan al sustentante el estado de idóneo”.

Lo que se debe identificar

Monserrath López, psicóloga de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), indicó que la repetición del acto llevado a cabo por el niño es algo evidente porque sufrió de estrés postraumático.

La profesional explicó que este tipo de agresiones siempre dejan secuelas donde los síntomas son muy evidentes. “Lo primero que va a demostrar el infante es su cambio de comportamiento”, aseveró López.

Muchas veces, la sintomatología de un menor de edad que fue abusado sexualmente son: ira, irritabilidad, depresión, timidez. En cuanto a los cambios físicos, los afectados podrían hacer sus necesidades biológicas durante las noches o en el transcurso del día.

La especialista acotó que después de identificar estos aspectos hay que indagar por qué se dieron aquellas transformaciones. Si la sospechas apuntan a un maestro, entonces se tiene que dar a conocer al director de la institución educativa donde se dio el hecho y a la Dinapen, poner la denuncia al Ministerio de Educación e ir a los Juzgados de la Niñez y Adolescencia para investigar.

El aspecto mental de ambas partes

Armando Camino, jefe del área de salud mental del Club de Leones, explicó que una persona tiende a proyectar o repetir vivencias que tuvieron en su infancia. Es decir, que en el caso de una violación, es muy probable que el perpetrador haya sido abusado sexualmente.

Aunque también se debe tomar en cuenta otro factor, que podría ser el consumo de sustancias. “Eso podría cambiar el comportamiento del individuo”, explicó el especialista. En cuanto al afectado, en este caso el niño, adquirió un refuerzo negativo, que es una circunstancia traumática que podría desencadenar en un comportamiento similar al del agresor, en un futuro.

Para evitar que la víctima se convierta en victimario, se debe tratar de manera urgente con el especialista médico. Para María Fernanda Bermúdez, psicóloga familiar de la Universidad Católica, la familia también debe someterse a un tratamiento mental.

“No se debe culpar al niño, porque si hizo algo parecido, se debe a que lo aprendió en su entorno”, detalló la profesional. Depresión y ansiedad son los síntomas generales que podría sentirse en el núcleo familiar.

Además, los padres son los que deberían intentar tranquilizarse, para no transmitir ese miedo nuevamente al afectado.

tracking