En los barrios del sur de Quito, como Lucha de los Pobres y Pueblo Unido, los vecinos sacaron sus baldes desde las 05:00, este viernes 11 de julio de 2025. Decenas de familias han salido a las calles con canecas, baldes, botellas y hasta en coches de bebés para conseguir agua de los tanqueros municipales.

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“Estamos desde las cinco de la mañana haciendo fila. Nos dijeron que llegaba hace una hora, pero nada”, relata Jazmín Enríquez, una de las moradoras.

Aunque el cronograma municipal ubica a estos barrios en el bloque matutino (05h00–13h00), los tanqueros no han llegado en los horarios prometidos. Algunos vehículos han priorizado sectores de “más arriba”, como Pueblo Unido Alto, lo que ha generado tensión en las zonas bajas

Caos, empujones y miedo a quedarse sin agua

La distribución aparentemente desigual ha desatado empujones, discusiones y malestar. “La gente se mete, se empuja. No hay un sistema claro”, comenta Jazmín. Algunas personas mayores apenas pueden resistir la espera.

Ante la desorganización, líderes barriales y dirigentes comunitarias se han convertido en figuras clave para mantener el orden. “Todos necesitan el agua, tengan paciencia. Es una emergencia. Cojan lo necesario y respeten la fila”, les dicen a los vecinos.

Piolas, sellos y solidaridad: medidas comunitarias de emergencia

La autogestión barrial ha sido clave para evitar enfrentamientos. Por ejemplo, algunos dirigentes han sugerido usar piolas para delimitar filas, mientras que calles más arriba se propuso un sistema de sellos diarios para organizar turnos y asegurar el acceso equitativo. En algunos puntos ya se pidió la presencia de agentes policiales para mantener el orden.

Temor por los días que vienen

El mayor temor de los vecinos no es solo la espera: es la duración de la crisis. La Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps) ha advertido que el corte podría durar hasta 12 días, dependiendo del avance en el retiro de 180.000 m³ de tierra del deslizamiento en el páramo Antisana.

“¿Cómo vamos a cocinar si no hay agua?”, se preguntan madres de familia, mientras locales comerciales expresan preocupación por las pérdidas que podría acarrear la falta del servicio.

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