En Quito, una bebé murió en el inodoro

Los agentes se desplazaron a la calles Juan de Ávila y Pedro Collazos, en Chimbacalle. Fueron porque les informaron que había un feto abandonado. Los uniformados conversaron con un morador.

Él les dijo que su hermana llegó a su casa para pedirle ayuda. Su hija, de 18 años, estaba desmayada en el baño. El hombre fue y vio que su sobrina estaba “seminconsciente”, según la información policial.

Cuando se acercaron al inodoro, vieron que había una criatura, de aproximadamente siete meses de gestación. Ambos pidieron un taxi para llevar a la joven hasta un hospital, donde le realizaron una limpieza porque tenía residuos de placenta.

Los uniformados supieron que la chica no hizo conocer de su embarazo a sus parientes. Cuando se realizó la audiencia, por el delito de homicidio culposo (artículo 145 del Código Penal), ella dijo que no sabía de su estado.

“Tenía mi período normal”, comentó la muchacha. La noche del 17 de mayo, la mujer hacía sus deberes en la sala de la vivienda. A las dos de la mañana, del siguiente, fue al baño. Al sentarse en el inodoro, sintió que algo salió de su cuerpo.

“No alcancé a ver qué era, porque comencé a sangrar mucho y me desmayé en el piso”, declaró la joven. El momento que se acercó al retrete, vio al bebé, intentó cortar el cordón umbilical con una tijera pero luego ella se cayó nuevamente. Los agentes policiales confirmaron que la muchacha alumbró a una niña.

Durante la diligencia, se determinó que la joven deberá acudir, cada ocho días, a la Fiscalía para indagar lo ocurrido. Prohibieron su salida del país, ya que no fue enviada a prisión.

La instrucción fiscal durará 30 días. Según el Código Penal, el delito es sancionado con 3 a 5 años de cárcel.