La lluvia dificultó la movilidad de los quiteños

La lluvia, además de empapar las calles de la capital, transformó el tráfico habitual, en una experiencia caótica. Andrés Carrillo salió da su vivienda, situada en la Mitad del Mundo, norte de Quito, 10 minutos antes de las siete. El recorrido habitual tarda unos 50 minutos para llegar al Labrador, donde hace una parada para dejar a su hijo.

Sin embargo, la mañana de 7 de mayo, el tráfico jugó en su contra y, hasta pasadas las ocho, no había llegado a su primer destino. “El clima es terrible para la movilidad. En todas las rutas, la circulación no fluye. Uno pasa horas en 100 metros”, explicó.

La misma problemática afectó a Camila Martínez. La estudiante sale de su casa situada en El Inca, norte de la ciudad, a las seis y media de la mañana para llegar a clases a las ocho. Sin embargo, hoy y luego de haber pasado una hora, ella no había recorrido ni la mitad del camino. “La más triste es que salí antes para no atrasarme porque hoy inició mis prácticas, pero ahora pasaré la vergüenza de llegar tarde el primer día”, refirió la joven.

Hasta el momento, no se han reportado emergencias debido a las precipitaciones. Sin embargo, en algunos pasos deprimidos de la urbe, el nivel de agua ha subido, al menos unos 30 centímetros. Por ejemplo, el paso a desnivel, que une la Eloy Alfaro con el sector de lo Ofelia, tenía una acumulación del líquido que cubrió la mitad de los neumáticos de los autos circulantes.

Asimismo, el paso deprimido de El Labrador, de la Occidental (cerca de San Carlos) y de las Naciones Unidas también fuero afectados por la retención de lluvia. Ante esto, las equipos de emergencia recomiendan a las personas no ingresar a estos puentes si el flujo ha subido más allá de la marca roja que señala cuando el sitio se convierte en un peligro de quedar varados.