La movilidad fluye con normalidad en Quito

La mañana del martes 27 de febrero de 2018, la terminal terrestre de Carcelén, en el norte de Quito, lucía desolada. Esto luego de la paralización que la Federación Nacional de Cooperativas de Transporte Público de Pasajeros del Ecuador (Fenacotip) anunciara la suspensión del servicio de transporte interprovincial en todo el país. Esa medida se aplicó desde las 00:00 y se extenderá hasta las 23:59.

Durante la mañana, las ventanillas de venta de boletos de los autobuses en la terminal permanecieron inhabilitadas. Asimismo, en el sur de Quito, en la terminal de Quitumbe, hubo muy poco movimiento. En ambos lugares, algunos vehículos de transporte informal ofrecían viajes hacia ciudades cercanas como Ibarra o Cotopaxi.

Por otro lado, los buses interparroquiales hacia Tumbaco y el Valle de los Chillos cumplen sus recorridos cotidianos. Asimismo, en el centro, norte y sur de la ciudad, las líneas de transporte fluían con normalidad.

Según Giomar Gruezo, presidente del gremio, la razón del paro es que los “pedidos no han sido atendidos por más de cinco o seis años”. El representante de los transportistas explica que no se ha controlado la circulación de vehículos informales y esto afecta directamente a sus labores.

Por otra parte, Paúl Granda, ministro de Transporte y Obras Públicas, señaló que el paro “es parcial”, ya que el 60 % de los transportistas están prestando el servicio con normalidad. Adicionalmente, refirió que los 79 millones que la cartera le adeuda a la Fenacotip, serán pagados la próxima semana.