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Diario Extra Ecuador

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Los perros han invadido las calles de Pisulí

Decenas de canes han invadido las calles de Pisulí, norte de Quito. Vecinos los alimentan y ahora ellos siguen multiplicándose.

Los perros callejeros se comen la basura del sector.

Los perros callejeros se comen la basura del sector.Ángelo Chamba / Extra

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La jauría está al acecho de las fundas con restos de comida en los contenedores de basura del barrio Pisulí, al norte de Quito. En cuanto olfatean el alimento, los perros hambrientos corren hacia su objetivo. Luego de algunos minutos el panorama de las calles es desagradable por la cantidad de desperdicios regados.

Ese es el ‘dolor de cabeza’ de los habitantes de esta zona de la capital, quienes no saben qué hacer con tantos canes vagabundos. La preocupación se multiplica porque algunos corren riesgo de ser arrollados por los vehículos cuando intentan cruzar la avenida Pedro Yerovi, también porque son agresivos y pueden atacar a los transeúntes.

“Por el hambre ellos saltan y se llevan las fundas de basura (de contenedores), la cual queda desperdigada por la calle”, comentó Javier, morador.

Afirmó que en las noches empieza el desfile de más de 30 perros por las calles en busca de alimento, sobre todo cuando los vendedores de comida sacan sus kioscos.

“Les doy de comer cuando puedo, aunque a veces se han metido a la tienda a robar las croquetas”, aseveró.

Así también lo hace Priscila Cruz, quien atiende un restaurante. “Algunos son perritos abandonados por sus dueños, simplemente los dejan en la calle”, comentó la habitante mientras le ofrecía un poco de arroz a un can de la calle. Algunos evidencian desnutrición y sarna por la falta de cuidado.

Agresivos

La presencia de los canes también genera temor por su actitud violenta contra las personas. Mercedes Toabanda, vendedora de golosinas en la Escuela Pisulí, pasó un susto.

“El otro día uno de los perros se puso agresivo y casi ataca a un niño que iba a entrar a la escuela por quitarle su comida”, contó. Moradores coinciden que a veces se pelean por la comida, o la basura y salen lastimados.

Mercedes se quejó que también hay perras que recién han parido, lo cual incrementa la población canina en ese sector. Reconoció que a Pisulí han llegado brigadas de fundaciones de protección de animales para vacunar a los perros, “pero solo a los que tienen dueños”.

Los duermen si causan peligro

Según la Clínica Veterinaria Municipal Urbanimal, entidad encargada del control de la fauna urbana de la capital, está dentro de sus competencias el retiro de los animales en espacio público para ser valorados por un veterinario y puestos en adopción.

“Solo en casos en que el ejemplar represente un peligro se toma la decisión de dormirlo”, sostuvo José Ruales, secretario de Salud del Cabildo quiteño. Para ello, los vecinos deben presentar una queja mediante las redes sociales de la institución o una carta dirigida al principal de la misma. Esta se ingresa y un grupo de inspectores realizará la valoración.

Según la entidad, el objetivo es controlar la fauna urbana, enfocado en la prevención de la reproducción de los animales en situación de calle, por lo que se esteriliza a los perros y se los devuelve a la calle, cuando no han podido ser adoptados.

“Los animalitos son atrapados, desparasitados, vacunados, bañados y esterilizados”, para ser devueltos a su lugar de origen.

Denuncias

Si en su barrio tiene este problema puede hacer su denuncia en Twitter o Facebook @saludquito; ó al correo urbanimal.quito@gmail.com

Si tienen dueño

Si los perros tienen dueño y están en situación de abandono pueden ser sancionados por la Agencia Metropolitana de Control. También puede denunciarlos.

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